Señor Feijoo, tengo muchas ganas de encerrarme con usted, en una sala pequeña, con poca luz, para un «tête a tête», que decimos los franceses….
Me gustan las distancias cortas y tengo la sensación de que con usted me gustarían más, aunque no me sale por la imaginación ninguna escena de sofá, más bien se me convierte en un interrogatorio con flexo, un tercer grado. Muy feo. Ni usted se merece eso….
Ahora que, por fin, le han sacado lo de sus amigos los narcos, vienen a mi mente escenas terribles que tenía enlosadas en la memoria. Me tocó ser muy niña en la época de la movida madrileña cuando la heroína hacía estragos…. Como chinches cayeron compañeros de trabajo de familiares, desde Asistentes Sociales hasta abogados conocidos o médicos de familia…. Como chinches….
No sé que tendría la heroína aquella que los ponía tan pálidos, tan delgados , con las mangas hasta las muñecas en agosto….
Muertos, uno detrás de otro. Heroína y SIDA, uno detrás de otro….
Gente normal, clase media, de familias normales, que ganaban su sueldecito, su piso, su viaje al extranjero… todo por la borda….
…. me toco ver muchas madres desgarradas que se habían acostumbrado al dolor y a la infelicidad pero que mendigaban un hilo de esperanza…Y a veces esa esperanza estaba allí, encima de la mesa, a ver, plaza en una granja de esas de rehabilitación, a ver que he llamado al Marañón y nos los cogen a los dos, pero tienen que ingresar, ya, venga, a ver si hay suerte….
E iban, y volvían, y a las pocas semanas otra vez, vuelta a empezar…. Aquello no tenía remedio, se habían quedado sin hijos… Con veinte o con veinticuatro .. Sabían que solo les quedaba esperar la sobredosis o la evolución del SIDA para poder enterrarlos… Y cuando dejaba de aparecer por el despacho una madre de estas, venía otra, y otra…
Esas madres, en Galicia, creo que se juntaban en las Iglesias, en las plazas y que decían: “que salgan esos individuos, que salgan. Los que se están forrando con las vidas de nuestros hijos, que salgan”…
¿Y sabe usted, Sr .Feijoo, quien era uno de los gordos? Su amigo, Marcial Dorado, el de la lancha…..
¿Y sabe quien lo conocía? Toda Galicia y en algunos ámbitos, toda España….
Usted dice que no sabía nada, pero sería el único …El dijo lo contrario, que erais amigos, pero mucho y que no entendía, el pobre, que ahora, para no saludar, se cambie de acera…
Lo que otros creemos es que no podía no saber pero que no le importaba….A quien Dios se la dé, San Pedro se la bendiga….
Y que esos mandan mucho allí, en Galicia…
Igual que en Madrid, que mandaron tener abierta la noche en plena pandemia para poder sacar el producto…
A Usted nadie le ha acusado de matar a nadie, pero se juntaba con quien se juntaba y como los suyos han empezado a acusar a otros, pues digo yo si no podría usted dar alguna explicación, también…m.
A mí no, que yo lo tengo claro…..A aquellas madres, que quedarán algunas….
Explicar porqué a usted le conocen donde le conocen, porqué se juntaba usted con lo mejor de cada casa, y si le parece que, con esos antecedentes, nos puede gobernar….
Pregunto….
Porque a mí el miedo no me viene de la saca de Correos que todo el mundo sabe donde está y lo que queda por repartir….. Ni de un Txapote que cumpliendo condena está y que la cumpla bien cumplida.. .
Me dan más miedo los narcoestados, donde mandan los que mandan y acaban teniendo en nómina a policías, jueces y hasta al encargado del botafumeiro….
Y ahí si que no se cae una hoja del árbol sin pedir permiso al padrino de turno…..
Coco Bari ©©®