La noticia de ayer, es que ni siquiera era noticia -por sabida-, el hecho de que el Tribunal Constitucional bendijera la “ley amnistía” a los golpistas catalanes del 1-O, en un órgano cuya mayoría viene designada y participada mayoritariamente por el “sector progresista”.
No he tenido acceso la sentencia, ni falta que me hace (no creo que sea una joya jurídica), pues, al fin y al cabo y en los muchos años dedicados a la Justicia, los profesionales del Derecho empezamos a leer la Sentencia por la última página (el Fallo), y luego ascender por los fundamentos jurídicos y los antecedentes, pero en este caso no resulta necesario. Se trata de un traje a la medida del precio político pagado por Sánchez para seguir en Moncloa.
En el caso que nos ocupa, lo dramático es que no ha habido un debate jurídico serio dentro de propio seno de los 12 miembros del TC, por cuanto que estaba claro que los seis considerados progresistas, contando además con el Voto del Presidente, socialista confeso, tenían instrucciones muy claras de lo que debían decidir, y así lo hicieron, haciendo abstracción de todo lo demás.
Está claro que la política se ha introducido carcomando todas las instancias institucionales del Estado Español, empezando por la Monarquía (sentenciada de muerte por la progresía), sufriendo directos ataques de todos los lados, especialmente de la prensa adscrita al régimen, siguiendo por el Parlamento, maniatado por la extrema izquierda española y catalana, además por los separatistas, todos ellos “cazarrecompensas políticos”, y el Poder Judicial, especialmente la Sala 2ª del Tribunal Supremo, máximo organismo al respecto, cuyas decisiones más trascendentales en escándalos políticos, son desactivadas por el Tribunal Constitucional.
El drama de todo esto es que ni la ciudadanía, ni las instituciones políticas, pueden hacer nada al respecto, salvo aguantar y ver como discurren los acontecimientos, dado que los Magistrados disidentes con la Sentencia del TC, han utilizado el pataleo con un Voto Particular, lo que es un brindis al sol, lo suyo hubiese (como escuché en su día a un Ex Magistrado de la Sala 3ª y del TDHE -omitiré el nombre- ) ponerse enfermo alguno el día de la votación.
Y el mismo drama se traslada al Parlamento que, con la que está cayendo, la coalición que auspició la moción de censura por la supuesta corrupción, está aguantando con complicidad manifiesta a este Gobierno plagado de procesos judiciales por los cuatro costados.
Por si fuera poco, el Sr. Sánchez está abanderando la contrafuerza respecto a las grandes potencias mundiales, como USA, cabreando a Donald Trump y al nada despreciable Gobierno de Israel. Dicho de otra forma: Sánchez contra el mundo.
Esta Resolución supone un hito judicial mas de este desaguisado, que da aire a Sanchez, sumido en la telaraña judicial que le viene quedando mas de cerca, y que en los últimos
meses viene dictando la agenda política de este país, totalmente a la deriva, y con una parálisis que pagaremos caro, además de la depresión colectiva que, salvo la protesta en medios o redes, a los ciudadanos solo nos queda esperar impasible que los partidos que tienen secuestrado el Gobierno tengan un “ataque de cordura y solidaridad con el país”, pues de lo contrario estamos perdiendo un tiempo preciso para enderezar el rumbo