Por Marcelino Pérez
La conmemoración del cuarenta aniversario de la entrada en vigor del Estatuto de Autonomía de Cantabria se desarrolla con normalidad, aunque el gobierno PRC-PSOE no parece entender la oportunidad que le brinda para mejorar su posición ante los electores.
Uno de los movimientos erróneos ha sido el traer como estrella de la fecha clave al expresidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero. Los socialistas cántabros optaron por el expresidente que no tiene logros que exhibir en Cantabria y, lo peor, ha sido que no consensuaran con el su discurso.
El expresidente Rodríguez Zapatero largó en el Parlamento cántabro un discurso que ha sido un torpedo en la línea de flotación de la posición del gobierno regional ante el cambio en previsto del reparto de los fondos autonómicos.
La batalla se centra entre las comunidades más grandes y las más pequeñas o, con más rigor, entre las que tienen menos densidad de población y las que están bien pobladas. Cantabria necesita que se mantenga el actual criterio que no toma como elemento esencial el número de habitantes a la hora de repartir dinero, sino que corrige severamente ese dato con el coste de los servicios en las zonas menos pobladas.
En esa negociación a escala nacional tanto el PSOE de Cantabria, como el PRC; tratan de evitar que se cambie el actual sistema y se imponga el criterio de financiar según en número de habitantes.
Rodríguez Zapatero lanzó un discurso precisamente en sentido contrario, defendiendo que la mejor fórmula es la de dar dinero per cápita, es decir todo lo contrario de lo que defienden regionalistas y socialistas en Cantabria. Lo sucedido se denomina en política como pegarse un tiro en el pie, una forma de autolesionarse o de hacer oposición a si mismo.
Menos mal para el gobierno, que la oposición sigue en estado de perfil bajo y no se ha lanzado en tromba contra el expresidente Rodríguez Zapatero y menos aun con quienes le invitaron.
Parece que en las filas socialistas se busca a los responsables de este error para pasarles factura.