Acabamos de conocer que a fecha del Martes 13 (para los superticiosos) se cerraba el plazo para presentar candidaturas para presidir el esperado congreso del Partido Popular en Cantabria, donde solo se postula exclusiva y lamentablemente la de la señora Buruaga, noticia que a mi, que no soy de dicho partido (ni de ningún otro), me ha dejado perplejo y helado a la vista de un simple ciudadano.
Creo que no es buena noticia ni para el Partido Popular, ni para Cantabria, que no existan más alternativas dentro de dicha formación, y sin conocer los entresijos interiores me da la impresión que se dan una serie de circunstancias por las que gente con muchísima más valía en el Partido y su entorno que la Sra. Buruaga no hayan dado un paso adelante y regenerar dicha formación, recordemos que la Sra. Buruaga fue incapaz de vencer a Revilla en las últimas elecciones, y que prácticamente no ha hecho oposición durante estos tres años de legislatura, lo que ha permitido a este pasearse plácidamente por todos los platós de TV, dejando totalmente a la deriva a nuestra querida Comunidad Autónoma.
Una de las razones, y yo diría que la más principal, es que de la información que disponemos, la Sra. Buruaga controla el aparato del partido, y lo vimos en el último congreso que acabó en los Juzgados de mala manera, de tal modo que deberían ser candidaturas abiertas en lugar de este sistema (mediante delegados) que se asemeja mas a lo que se conocía durante el franquismo como “democracia orgánica” lo que dificulta enormemente a personas con valia, que no están ni controlan la sala de máquinas del partido, tengan sus temores a ser vapuleados públicamente sin piedad en una especie de suicidio político, como sucede por ejemplo en las Federaciones Deportivas donde votan compromisarios controlados por quien sostiene las riendas del poder.
Otra razón radica en el temor a enfrentarse al peso mediático de Revilla en las próximas elecciones a Presidente de la CA, que, aunque no ha anunciado oficialmente si se presenta o no a la reelección, pues todo parece indicar, y más a la vista de lo que pasa en el Partido Popular, que repetirá a sus ochenta años, porque no tiene oposición interna ni externa, ni tampoco relevo en el Partido Regionalista, salvo que los problemas de salud contraindiquen lo contrario.
En definitiva, el Partido Popular, y en concreto el actual Presidente Nacional Feijoo, deberá dar un golpe encima de la mesa para que la dinámica en Cantabria cambie radicalmente, porque sinceramente no veo a la Sra. Buruaga con ninguna posibilidad frente a Revilla (ni a cualquier otro), a pesar de lo mal que lo está haciendo este último, porque su (falta de) oposición en mi opinión ha sido peor.
Conviene recordar que la actual presidenta del PP no tuvo el respaldo de la anterior Dirección nacional, y está de rebote tras el fiasco que supuso el breve paso de Ruth Beitia al frente del partido, como apuesta personal del fallido Casado, lo que propició su prematura dimisión al no soportar las vicisitudes de su cargo. Ello explica el perfil bajo observado por la Sra. Buruaga en su trayectoria política, a la que no se conoce un proyecto serio para sacar del atolladero a esta región tan necesitada de aires nuevos y gente con ideas y ganas de trabajar, más que de buscarse una salida personal a su situación, pues no ha presentado ninguna batalla en la oposición.
En definitiva, como desde Madrid no se apueste por gente de calado, como Iñigo de la Serna, o gente emprendedora, como pueda ser Lorenzo Vidal de la Peña, o Gema Igual, el futuro de Cantabria quedará en manos de un agotado Revilla, cuyo balance en los 40 años de Autonomía es muy pobre, dejando la región entre las peores de España a todos los niveles.
