10.2 C
Santander
martes, diciembre 10, 2024

EL CUENTO DE LA DANA

Llegó una DANA, y mientras llovía y se inundaban y se ahogaban y lo perdían todo, el Rey y la Reina, cargos por herencia, estaban en sus palacios comiendo bollitos de nata, o similares….

Y las niñas estaban, una haciéndose jefa del ejército y recibiendo medallas, y la otra en un exclusivo internado en Gales con otras jovencitas de otras realezas y élites económicas.

Y el gobernador local, el President, estaba comiendo con una señorita que le gusta mucho y había apagado el teléfono para no ser molestado a pesar de que disponía del botón de la alarma para decir a los ciudadanos que se pusieran a salvo. Pero no se dio cuenta de que había peligro porque él estaba a salvo y comiendo bollitos de nata o similares..

Y el jefe del Gobierno central estaba en la India intentando traer inversiones para crear empleo.

Y los ministros estaban localizables y se demostró que no faltaron a sus puestos.

Y cuando la población despertó vio el horror que le rodeaba.

Y cuando el Rey fue a visitarlos se indignaron con el que estaba creando empleo, se enfadó un poquito con el que estaba desaparecido pero cuentan con que se lo perdonarán y cayeron rendidos a los pies de su rey y su reina, los que comían bollitos de nata en sus palacios mientras ellos se ahogaban…

Y dijeron: qué sencillos, que han venido a mancharse de barro, que nos han dado la mano, que besaron a una niña con moñitos que se la habían puesto para ser besada; y se hicieron fotos y extendieron sus manos para ser tocados y gritaron vivan los reyes, y se hicieron más fotos, y lloraron de emoción mientras lanzaban besos al aire esperando fueran recogidos por alguien de la comitiva y llevados, los besos, al palacio, donde sus majestades, tan sencillos ellos los irían sacando poco a poco de la caja donde se los habían guardado y los irían saboreando mientras recordaban a aquella señora de verde oliva tan cariñosa ella y a aquel señor que se quitó el sombrero en señal de respeto y a aquella otra niña que les miraba ilusionados…

Y vinieron las elecciones y volvieron a votar a los que no estaban ni pensaban estarlo, porque también fueron tan sencillos, tan cercanos, siendo como eran señores importantes que se dignaron a venir a visitarles y hasta les sonrieron y se hicieron una foto con una vaca…

Y volvió otra vez la inundación y volvieron a buscar algún malvado al que sacrificar a los dioses, alguien que en vez de besos al aire intentaba cambiar su existencia.

¿Y quién le había dicho a ese señor que ellos querían cambiar su existencia?

FIN DEL CUENTO

Coco Bari © © ®

Publicidad
spot_imgspot_img

Dejar Comentario

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Si has leído hasta aquí...

... te habrás dado cuenta de que no has tenido que pagar por leer esta noticia, como sí sucede en otros medios de Cantabria. ¿Y eso quiere decir que no necesitamos ayuda?. En absoluto: vuestro apoyo es más necesario que nunca. Porque en CANTABRIA PRESS creemos firmemente que ofrecer la información en abierto es la mejor fórmula para combatir, en estos tiempos confusos que corren., la desinformación.

spot_imgspot_img

Lo último