Editorial
Las obras del famosos AVE a Cantabria, han sufrido un nuevo varapalo tras la decisión del Juzgado Central de lo Contencioso Administrativo número 4 de la Audiencia Nacional que ha ordenado paralizar las obras en el primero de los tramos que va de Palencia-Palencia Norte y además ha obligado a devolver los terrenos a la situación que estaban inicialmente”. Con estas líneas Cantabria Press difundía una de las peores noticias para nuestra región en los últimos años.
Esta sentencia, aunque cabe recurso que seguro se interpondrá, supone un serio obstáculo para el avance de un proyecto esencial para Cantabria, el AVE Palencia-Reinosa. A unas obras que avanzan con serios retrasos sobre el calendario previsto, se une ahora este grave revés.
Esta sentencia afecta a un tramo de escasa longitud, pero esencial ya que afecta a la conexión del tren entre la estación de Palencia y la salida del AVE a Reinosa.
Este nuevo escándalo debería movilizar a los cántabros, porque supone una verdadera burla a nuestra región. La sucesión de hechos es reveladora.
1.- Cantabria padece una pésima conexión por tren con Madrid, una de las peores de España. Para recorrer 400 kilómetros se tarda cuatro horas y media y eso cuando no hay algún problema de con las vías, la catenaria, etc.
2.- El proyecto de conectar Santander con la meseta con un tren de alta velocidad fue descartado y esta región ya sabe que la vía de alta velocidad terminará en Reinosa mientras que Asturias ya tiene AVE hasta Oviedo y Galicia también. Bilbao y San Sebastián lo tendrán pronto.
3.- La pregunta ante esa decisión de la Justicia es obvia: ¿Cómo es posible que el AVE sea una realidad en la mayor parte de las ciudades españolas y en Cantabria siempre aparezcan obstáculos legales? ¿De qué forma se explica que un proyecto avalado por abogados del estado lo tumben unos letrados de una ONG? ¿Quién asume la responsabilidad de este grave error y de la consiguiente demora en desarrollo del AVE hacia Cantabria?
4.- Los cántabros también tenemos nuestra parte en este asunto. Si ante esta noticia no se produce una fuerte contestación que presione al ministerio y al gobierno de España para solventar de inmediato este asunto Cantabria será cómplice de este desafuero. Y no se trata de banderías políticas, porque ante esta grave noticia para Cantabria todos, la izquierda, la derecha y el centro deben unirse para presentar un frente común y exigir soluciones.
5.- Es imprescindible elaborar un informe del avance de las obras del AVE en la zona de Palencia. Nada se sabe de si se está cumpliendo o no el calendario previsto. También se debe urgir a adjudicar las obras en los tramos que aun están sin iniciarse y que suponen importantes retrasos sobre el ya de por si dilatado escenario temporal previsto.
6.- El Parlamento de Cantabria debería reunirse de forma urgente para tratar esta noticia y ofrecer soluciones.
No es creíble que en numerosas ciudades los proyectos de entrada del AVE se solucionaran sin mayores problemas y que Cantabria, una y otra vez, tropiece con la Justicia. Además de soluciones urgentes se deben depurar responsabilidades. Si los informes jurídicos eran erróneos deberíamos saber quiénes los hicieron y que reciban la oportuna sanción. La impunidad de los técnicos no es asumible, porque supone graves consecuencias para los administrados.