Antes de nada, tengo que decir que, en base a la total admiración que profeso sobre Rafa Nadal, para mi el mejor deportista de la historia en España, no solo por todo lo conseguido -deportivamente hablando- sino también por lo que representa más allá de su talento, pundonor, educación, moderación y ejemplo para todos, especialmente para los jóvenes, conllevaba, a contrario sensu, mi animadversión hacia su rival más temido, el servio Novac DJokovic, autentica “bestia negra” de nuestro deportista, y máxima amenaza para que pueda superarle en triunfos del “Gran Slam”, incrementada si cabe más allá de la rivalidad deportiva, por su carácter agrio, sus reacciones, gestos que alimentaban más su antipatía, a pesar de que, tengo que decir, creo que es un auténtico talento y muy completo, lo que debemos reconocer para ser sensantos. Cuando está bien es imbatible.
El tercero en discordia (al estar los tres igualados a 20) otro grande en todos los sentidos, Roger Federer, creo que su tiempo pasó y su vida tenística en cuanto a torneos grandes está amortizada, ojala me equivoque para seguir disfrutando de su tenis mágico.
Por tanto, solo nos queda el duelo Nadal & Djokovic para los próximos años, si las lesiones lo respetan. La primera cita para el desempate estaba prevista para el incipiente Open de Australia, donde el indiscutible numero uno es el servio. Ahora bien, Djokovic antes de jugar (y dudo que lo dejen) se ha erigido ya en el hombre del año ante la negativa a vacunarse por haber pasado covid en Diciembre, y no ajustarse a los protocolos de inmigración del Estado Austaliano, y lo que en principio parecía ser un debate legal, (pendiente de dirimir en la Justicia) donde se le tenia que tratar como “ciudadano más”, ni debería gozar de trato especial por muchos open que tuviera, (ratificado incluso por nuestro Rafa Nadal o Garbiñe Muguruza -que en mi opinion no deberían haber entrado en esta cuestión sobre un compañero), el asunto se está enrevesando pues a pesar de tener una primera Sentencia Judicial que le dio la razón, al final, está resultando todo lo contrario, pues estamos conociendo que el Gobierno australiano insta la deportación precisamente por la singularidad y categoría del personaje, al tratarse del Numero 1 del Ranking Mundial, y además creo que máximo ganador – 9 veces- del Open Australiano (país del que es benefector en ayudas precisamente contra el covid, y distintas ONG).
Sin embargo el primer ministro Australiano esta forzando la interpretación más radical de la Ley (todos sabemos que las leyes son iguales para todos, pero flexibles, y como alguien dijo, lo que no son iguales son las Sentencias), para deportar a Djokovic en base precisamente a lo que se argumentaba para que no se le diera trato de favor, como es su talento deportivo, lo que a mi juicio constituye una arbitrariedad y una discriminación en toda regla, y ello a tenor de lo que acabo de leer en el diario El Pais de hoy 15 de Enero: “Hawke ha tenido detrás el músculo de toda la administración dirigida por Scott Morrison, el primer ministro australiano, a quien este asunto se le ha atravesado a menos de cinco meses para las elecciones de mayo. El gobierno del país va con todo contra alguien a quien considera una amenaza para su política sanitaria. Ya no tanto por el hecho de no estar vacunado, sino más bien por su faceta de personaje público, de hipotético líder de masas, y por el desafío que se ha atrevido a plantear. A ojos de Hawke, la presencia en Australia del ganador del año pasado puede anticipar “un incremento del sentimiento contrario a la vacunación entre la población, puede reforzar la visibilidad de la comunidad que todavía no se ha vacunado y está en riesgo de contagiarse, y aumentar el número de personas que dudan acerca de si administrarse la dosis de refuerzo, algo que podría sobrecargar el sistema sanitario [en caso de que aumentaran los contagios]”.
Estas declaraciones, o decisiones, a mi juicio totalmente desafortunadas, dicen muy poco de las autoridades australianas, país que no conozco pero suponía dotado de un Estado de Derecho moderno, pero tengo que confesar que, de ser cierta esta información, como ciudadano y como jurista se me ponen los pelos de punta, y tengo que romper una lanza en favor del denostado DJOKOVIC, pues independientemente de si debió de vacunarse o no (lo que para mi ha de ser una opción, no una imposición), o si mintió en banalidades sin ninguna trascendencia, el debate aquí, ya traspasa a mi juicio los limites de la normalidad, de la racionalidad, por los siguientes motivos:
1º).- No se trata de si vacuna si o vacuna no. Yo soy partidario de la vacunación de la población, a pesar de su dudosa efectivad, pero que sea un acto libre, voluntario, como decía una opción pero no imposición, y con unas pautas sanitarias serias, no lo que tenemos ahora, que es total confusión, contradicción, incertidumbre y caos, ante la inefectividad para el contagio (algo contrario de lo que se afirmaba), ahora resulta que no impide el contagio pero minimiza el daño (sin comentarios).
2º).- El asunto aquí es otro, las Autoridades Australianas están tomando una decisión manifiestamente injusta contra un tenista, el Nº 1, no ya porque no este vacunado, (esta inmunizado a mayor abundamiento), sino precisamente por eso, por ser el numero 1 del mundo y por lo que representa mediáticamente hablando sobre las masas como se ha hecho trascender en la anterior noticia.
3º).- Me parece, además de una absoluta injusticia -quiero recalcarlo- , una insensatez y torpeza de grado sumo porque en lugar de gestionarlo de otro modo, insisto, Djokovic, al estar inmunizado, no representa mayor riesgo más allá de los miles de persona que en -Australia o en cualquier parte del mundo acuden a los Centros Comerciales, pero lo están satanizando y al tiempo sacralizando pues, sin duda, el efecto será el contrario al pretendido, y el Open de este año ya esta totalmente desvirtuado en lo deportivo por este absurdo debate, en el que para mí el ganador, pase lo que pase, ya es NOVAK DJOKOVIC, pues ha demostrado total valentía, pundonor y un grande al luchar el solo contra todo un Estado (que toma decisiones por tufillo electoral), y no es un estado cualquiera. Chapeau Djkovic.