Por un STV
Este diario digital cantabriapress.com adelantó la información de la apertura del Hotel Palacio de Pombo, en la plaza santanderina del mismo nombre. En cuanto se hizo pública esa información, en los primeros días de julio, los servicios municipales procedieron al cierre del establecimiento ya que carecía de licencia de apertura y, ni siquiera había presentado la oportuna solicitud para poder poner en marcha el hotel.
Han pasado muchos días y sigue cerrado. La cuestión es que la situación jurídica del establecimiento es complicada. Muy complicada y todo anuncia que se tardará un tiempo en poner en orden los trámites que faltan. Y todo ello en plena temporada turística lo que supone unas pérdidas importantes.
La historia del Hotel Soho Boutique Palacio de Pombo, que así se llama el establecimiento que abrió por solo tres días, es complicada y por eso se ha ganado el título del “Hotel de los líos”.
El proceso se inicia hace unos años, cuando el Club de Regatas -una institución centenaria en la ciudad- propietaria de todo el edificio decide desprenderse de las dos últimas plantas del edificio para alquilarlas a una empresa hotelera.
El acuerdo inicial se firma con Mazavi , una empresa dedicada inversiones en inmuebles, y en el convenio la empresa Mazavi se compromete a restaurar completamente las primera y segunda planta para uso del Club de Regatas y a cambio, más una cantidad de dinero en concepto de alquiler, construir en las dos últimas plantas del palacio Pombo el hotel. En acuerdo no es una venta, sino un alquiler a largo plazo, por lo que el Club de Regatas mantiene la propiedad.
La firma Mazavi ha estado varios años sin iniciar ningún trabajo de restauración y el Club de Regatas estuvo cerrado. Pasado el tiempo, Mazavi decide vender/ceder sus derechos en el nuevo hotel B&B Pombo y esta nueva empresa inicia las obras que han durado muchos meses y han supuesto una importante inversión.
El acuerdo entre Mazavi y el Club de Regatas deja claro que el hotel podrá abrir cuando estén terminados los trabajos de rehabilitación integral del Club de Regatas.
El problema importante aparece cuando los gestores del hotel se encuentran con que el arquitecto no ha cobrado sus emolumentos y que, por tanto, no firma el documento de final de obra. Lo mismo sucede con otros proveedores y por otra parte la rehabilitación de las instalaciones tampoco está completamente terminada.
La solución pasa porque Mazavi y los propietarios del Hotel Soho Boutique se pongan de acuerdo, liquiden las deudas y concluyan la obra del Club de Regatas que mantendrá su actividad en la primera y segunda planta. Pero los acuerdos y, sobre todo, el dinero no parece un problema de sencilla solución.
El Club de Regatas quiere abrir lo antes posible sus instalaciones ya que los socios llevan mucho tiempo sin sede social y además quieren poder utilizar una nueva sede moderna y cómoda.
Una de las razones de que el Club de Regatas decidiera llevar a cambio el acuerdo y cede las dos últimas plantas del edificio fue que los salones y comedores estaban viejos y que además sobraba espacio.
Con todos estos ingredientes el palacio Pombo, edificio del siglo XIX, debe esperar a que se resuelvan los pleitos para recuperar su antiguo esplendor.
