Por un STV
Han comenzado las obras para prolongar el Paseo Marítimo, desde el Palacio de Festivales y el museo Enaire hasta la playa de los Peligros. Una obra necesaria, acertada y que recupera una parte degradada de Santander desde hace muchos años. Se va ordenar la zona y, sobre todo, se habilitarán espacios para el disfrute de los ciudadanos.
Sobre esta mejora indiscutible, un punto negro: las instalaciones del Tiro nacional se mantienen, ocupando un espacio que debería pasar para el uso común de los santanderinos.
El aspecto sucio, ruinoso y de abandono de las instalaciones de ese club son un contrapunto a la modernización que se emprende con el resto de la zona. No se comprende cómo el Ayuntamiento no ha abordado la desaparición de esas instalaciones que, además de entrañar riesgos, son un pegote en un paseo que ahora será el escaparate de la ciudad.
Hace años se construyó una nueva instalación de la federación de tiro, en la zona de Monte, para eliminar la actual en San Martín. Aquella obra nunca entró en uso y se mantiene un campo de tiro en una zona céntrica de la ciudad y con unos edificios viejos, ruinosos y cutres.
El Ayuntamiento nada dice sobre la presencia de un campo de tiro con armas de fuego en una de las partes más bellas de la ciudad, ni tampoco el Gobierno de España, ya que los edificios del Tiro están en un terreno afectado por la ley de costas y por el dominio marítimo/terrestre.
La obra de la prolongación del paseo marítimo, excelente. Mantener las instalaciones de Tiro, un grave error.