Así que el centro de España y del universo es el paseo de la Castellana..
Un conglomerado de rascacielos y edificios de postín donde manda el dinero.
Pasa igual en Londres, en la City manda el dinero y en el resto de la ciudad, también.
Ese es nuestro modelo de ciudad ideal.
El que manda no vive porque no tiene vida que vivir y el que vive ni manda ni le permiten el paso.
El modelo ideal de la ciudad actual del capitalismo planetario es un cementerio en el que pocos viven, muchos mandan y nadie respira.
Uno no se imagina que, abriendo una ventana del paseo de la Castellana suene Claro de Luna desde un piano.
No suena nada.
Tampoco se ven luces navideñas cuando toca.
En las grandes ciudades hay primer mundo y tercer mundo.
Un primer mundo de fantasmas donde la inteligencia artificial hace transacciones de dinero y un tercer mundo de chabolismo vertical donde se hacinan los que van el lunes a quitar el polvo a esas máquinas
Ya no hay bares, hay franquicias. ¿Eso qué es? Idénticos establecimientos atendidos por gente descontenta a la que le importa tres pimientos si eres feliz o no lo eres, porque ellos tampoco lo son.
Cuando trabajaba en Madrid en mis veintipocos me tomaba el desayuno en un bar cerca de mi casa en Goya 19…
Paco era el dueño que se solía sentar en una de las mesas a hacer sus cuentas…
Tenía tres camareros: Manolo que era un gay consagrado con mucha pluma que nos enseñaba las fotos de sus disfraces. Se disfrazaba de algo todos los sábados.
Estaba Tino que me ponía el desayuno sin pedirlo como a mi me gustaba.
Un día llegamos y había muerto Paco. Estaba su hijo, haciéndose cargo del lugar. Entré y hasta me presentaron: una clienta de las de siempre.
Y me contaron los camareros que estaban muy tristes porque por Paco no sentían mas que agradecimiento.
Volví hace poco. Ya no estaba el bar. Me contaron que su hijo se había ido al pueblo a cuidar a su madre y que murieron los dos, uno detrás de otro.
Sin ese bar la calle, mi día a día era otra cosa.
Me fui de allí corriendo, despavorida, no volveré…
Por esa zona ya no hay gente ni historias de la gente. Solo hay dinero que se mueve de una máquina a la otra.
Dicen que el diablo no existe, yo creo que sí, pero no tiene fuego sino frío, el que queda cuando se mata el alma.
El diablo ya no compra almas, las hace desaparecer.
Deja el envoltorio de hormigón y la ciudad muerta con ángeles caídos como el del Retiro….
Y si te descuidas te pone una Ayuso encima de una carroza con un tridente en la Plaza Cibeles…o siendo más realistas la tenemos ya en La Pietá descendiendo de los cielos como un icono del pop Art.
Coco Bari ©©®