“Ninette y un Señor de Murcia”, es una de las mejores obras cómicas del gran autor Miguel Mihúra, repetida por cierto, muchas veces en teatros, con cientos de representaciones.
Lo del señor Casado y el señor de Murcia, García Egea, es también una gran comedia, pero trágica para España y para los votantes del centro derecha.
El señor Casado, nunca contó con el apoyo mayoritario de los militantes del Partido Popular, de hecho, perdió en el Congreso de su partido que le llevó al cargo de presidente en el voto de los militantes, sin embargo, en la segunda vuelta en el que votaban los compromisarios, consiguió la victoria, ello da una muestra de que ya de inicio no era el favorito de la militancia de base.
Cuando Soraya Sáinz de Santamaría, la otra contendiente de aquel Congreso, le ofreció un pacto, poco menos que lo desprecio, pacto, que hubiera servido en aquellos momentos para haber unido a un PP en horas muy bajas.
Es decir, el señor Casado, parece no querer al lado, personas que le hagan sombra o con más nivel.
Poco a poco, se ha ido viendo, su falta de ideas después del famoso discurso en Congreso de los Diputados en la moción de censura presentada por Vox y que utilizó para atacar personalmente a quién había sido compañero de partido y actual líder de Vox, señor Abascal.
Por su parte el señor de Murcia, dicho con el máximo respeto a su persona, es decir el señor García Egea, secretario general del PP, ha ido saltando de problema con las diferentes organizaciones territoriales, nombrado incluso candidatos, en este caso candidata que apenas duró veinticuatro o cuarenta y ocho horas, como sucedió en Cantabria.
Ni una gran parte de las bases, ni los votantes, han confiado en estos dos dirigentes políticamente hablando.
Pero lo hecho, con el activo más importante en el momento actual del PP, la señora Díaz Ayuso, ha sido la culminación de los despropósitos.
Si las declaraciones del detective privado son ciertas como parece claro, si es verdad que se ha intentado investigar a más familiares de la señora Díaz Ayuso de forma presuntamente ilegal, la dirección del PP debe de dar cuenta de ello y responder por los motivos de dicha persecución sin pruebas y del intento de desprestigiar a una militante de su partido que cuenta con tanto apoyo en la ciudadanía.
No sirven sospechas, sirven datos concretos e intervención judicial, si hubiera algún tipo de irregularidad o ilegalidad, que no aparece por cierto de momento por ningún sitio.
Sólo la dimisión del señor García Egea y la rápida convocatoria de un Congreso Nacional para buscar un nuevo candidato puede ser la solución.
La calle es un clamor a favor de la señora Díaz Ayuso, y la torpeza y soberbia infinita de los señores Egea y Casado han sido o será su tumba política antes o después, en un momento crucial para España. Cuanta irresponsabilidad.
