Por Marcelino Pérez
La salida del gobierno regional de Cantabria de la consejera de Economía, María Sánchez, es la confirmación de que el bipartito PRC/PSOE carece de libertad y está a las órdenes de lo que se decrete desde el gobierno PSOE/Podemos en Madrid. Tanta autonomía y autogobierno para terminar uncidos al carro centralista.
La historia real de la dimisión forzada, más bien un cese encubierto, de María Sánchez como responsable de economía es sencilla: La consejera, competente técnicamente, elaboró un plan para rebajar la carga fiscal a los cántabros. Un plan perfectamente ordenado y viable. Tanto el PSOE como el PRC de Cantabria asumieron como propio el asunto y lo dejaron escrito en las redes sociales. Por si cupieran dudas no hay una sola declaración previa al cese/dimisión por parte de regionalistas o socialistas.
El giro completo viene cuando desde Madrid, tanto el PSOE como Unidas Podemos comprenden que de aprobarse esa medida en Cantabria se pondría en peligro el discurso de que es imposible bajar impuestos y que además esa medida vendría en apoyo de Díaz Ayuso, que tiene como bandera la reducción de la carga fiscal.
Desde Madrid se ordena que se suspenda esa medida y con ello la consejera María Sánchez quedaba completamente desautorizada. De ahí la salida/dimisión de la segunda pieza del gobierno PRC-PSOE en poco tiempo, tras la dimisión del consejero de sanidad.
Lo más grave es que el PRC, al asumir la orden centralista, pierde una baza importante de cara el futuro: la reducción de la carga fiscal, una palanca electoral muy potente que quedará en manos exclusivas del PP y VOX… si son capaces de jugar bien esa carta.
En el interior del PRC aceptar esta orden de Madrid de impedir que la medida de aminoración fiscal se practicara en Cantabria ha sentado mal. Unos cuantos dirigentes regionalistas y en especial algunos alcaldes ven un peligro de cara a las elecciones de mayo del año próximo. Otros cuestionan que se esté renunciando a la verdadera autonomía al someterse a los dictados de Madrid.
El propio Revilla ha salido a los medios de comunicación para afirmar que no hay crisis de gobierno, lo que ha producido el efecto contrario ya que el cese/dimisión de dos consejeros en pocos meses no es otra cosa que una crisis del ejecutivo cántabro.
