Mientras escribo esta reflexión, escucho la intervención de Lula Da Silva condenando el asalto por cientos de manifestantes, con Bolsonaro como paraguas, del Congreso brasileño….
Bolsonaro, desde el exterior, ha financiado económicamente estos desórdenes con los que intenta poner dinamita sobre las elecciones presidenciales ganadas democráticamente por el Partido de los Trabajadores de Lula Da Silva….
¿Qué coño pretende? Obvio, lo están diciendo a gritos los propios manifestantes: un golpe militar que devuelva al país a tiempos pretéritos con militares utilizando el país como si fuera suyo y cercenando derechos y libertades….. Tampoco son lejanos: en 1964, los militares brasileños dieron un golpe de estado contra el presidente Joao Goulart. Fue el comienzo de una sangrienta dictadura apoyada −adivinen, aunque es sencillo el juego− por Estados Unidos…. Duró 20 años…..
Bolsonaro, individuo calcado, salvo en el flequillo, del señor Trump, es lo que busca…. Un continuo enfrentamiento soportado por unos cuantos miles de esperpénticos nazis y financiado por sus bolsillos que dé lugar, tarde o temprano, a muertos entre esa carne de cañón usada como tal y las fuerzas policiales, o entre ellos y manifestantes de signo contrario, aquellos que defiendan la constitución y las leyes……
Esos muertos, esa violencia in crescendo, sería usada para forzar a las fuerzas armadas, a una parte de ellas, para darles excusas a la intervención….La de pacificar el país es repetitiva….
Son ejemplos calcados de fenómenos contrarrevolucionarios puestos en práctica, por ejemplo, en el Maidán de Ucrania. Unos cuantos muertos por pistoleros nazis financiados por millonarios de extrema derecha como Soros o Kolomoisky, fueron los necesarios del golpe de estado que derrocó al Presidente legal ucraniano sustituyéndolo con unas elecciones amañadas por el actor de televisión Zelensky….. Hay muchos más ejemplos con algún detalle distinto….Perú, hace poco, los intentos contra Argentina o los continuados contra los gobiernos progresistas de América Latina….
Lo que me alarma por encima de todo, también el hecho del propio asalto a los símbolos de la democracia y de los poderes del estado, es lo que NO han dicho los estamentos militares durante el mes último que llevan estos manifestantes buscando la fricción.
Una comentarista política acaba de decir en el telediario que el Ejército no ha hecho caso a esas peticiones de la extrema derecha por la razón de que no han dicho nada en su apoyo…..
Modestamente, con todos los respetos para dicha comentarista de mierda, a mí lo que me alarma es, precisamente, que no han dicho nada!!! Que no han condenado con la mayor energía esos intentos de subvertir el estado!!! Que no han arropado, con la mayor firmeza, el orden democrático y al propio Lula, presidente electo y democrático del Brasil!!!
Comparando, recuerdo el silencio de la persona que detenta el título de rey en España cuando un grupo de militares apoyó en una carta la subversión hace poco o cuando, otro grupo, abogaba por la solución final para 26 millones de “rojos” en este país….. Eso es lo que me alarma en ambos casos: el silencio y no tomar partido que, en estos dos casos, son simples y palmarios….
Si una persona o estamento, en lo más alto de un país, no dice, sin ambages, con palabras claras y acciones que está por la defensa de la democracia, y queda en silencio, tengo la mosca detrás, pero muy detrás de la oreja de si lo que querrá decir es, precisamente, que apoya con su silencio dichas prácticas subversivas y antidemocráticas.
Coco Bari ©©®
