Un presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, contrariado ha asegurado que su Gobierno acatará el fallo del Tribunal Constitucional, aunque ha anunciado que tomará «cuantas medidas sean precisas» para propiciar su renovación, y ha culpado al PP de la situación «inédita» que viven las instituciones por el bloqueo en la renovación del Poder Judicial y del propio tribunal de garantías.
Para Sánchez solo un único propósito con este bloqueo y es «mantener la composición anterior, mas favorable para el PP dada su orientación». «Hemos visto distintas direcciones del PP que han arrojado distintas excusas y quieren retener por medios espurios el poder que los ciudadanos no han validado en las urnas. La situación se ha ido agravado hasta desembocar en la decisión adoptada ayer. Se trata, dicho por parte de distintos actores políticos, de un hecho grave, porque por primera vez se impide a los representantes legítimos que hagan su función de representación y legislación. España es una de las grandes democracias europeas y dispone de mecanismos suficientes para superar esta situación»-
La decisión de TC supone un varapalo para los planes de Sánchez que ahora se verá obligado a iniciar de nuevo el trámite parlamentario para poder sacar adelante su objetivo de imponer mayoría progresista en el Constitucional y así tener el control del mismo para sus objetivos.
El Gobierno, de momento, se queda sin el control del TC, su gran objetivo de cara a frenar los recursos de inconstitucionalidad de sus grandes leyes y ante el contexto de negociación con la Generalitat de Cataluña en la mesa de diálogo.
Como se sabe el PSOE negocia la celebración de una consulta pactada con ERC, al mando del Gobierno catalán, que tendría que aprobar el Tribunal Constitucional.