Cada vez son más las sospechas de que las cartas con amenazas de muerte y balas recibidas la semana pasada por el ministro del Interior, Grande Marlaska, Pablo Iglesias y la directora General de la Guardia Civil, María Gámez, podría tratarse de lo que se denomina operaciones de «Falsa Bandera».
Se denomina operaciones de «Falsa Bandera» son operaciones encubiertas llevadas a cabo por gobiernos o corporaciones y otras organizaciones, diseñadas para aparecer como si fueran llevadas acabo por otras entidades, que viene derivadas del concepto militar de izar colores falsos; esto quiere decir la bandera de un país diferente al propio país.
A medida que se van conociendo datos de cómo han llegado esas cartas al Ministerio del Interior, se hace más palpable la sospecha que esas cartas pueden ser una operación llevada a cabo para intentar cambiar la intención de voto en Madrid.
Tanto Regino Martín Barco, secretario general de CC.OO como y José Manuel Sayagués, de UGT, han enviado una carta A Juan Manuel Serrano Quintana, presidente de Correos, en la que señalan su «extrañeza» por la llegada al Ministerio del Interior de las tres cartas «con contenidos amenazantes y balas de fusil» donde los sindicalistas recuerdan que en la época de ETA se impusieron «numerosas medidas de seguridad para impedir que un servicio público como el nuestro fuese utilizado para otros fines diferentes a su función».
Piden al director de Correos, que «informe de si se ha modificado la operativa de seguridad que venía funcionando hasta fechas recientes» y que les detalle si «va a realizar una auditoría de los procesos de seguridad que se aplican en la actualidad».
El sindicato de seguridad privada, Alternativa Sindical, ha puesto en duda que «se pueda tratar de un error» del vigilante de seguridad de la empresa subcontratada por Correos porque si raro es que falle este sistema, «más raro aún es que pase con no uno, si no tres sobres que portan objetos metálicos. Además Correos cuenta con otros sistemas de seguridad en los sobres para discriminar cartas de paquetería».
Lo que está claro es que esta situación ha cambiado la campaña madrileña porque desde ese momento ya no se habla de subida de impuestos anunciada por el Gobierno para Madrid, de pactos entre el PSOE y U. Podemos, ahora sólo se habla de las cartas y de un discurso de la izquierda apelando a la llegada de la ultra derecha y el fascismo, como se ha podido comprobar este fin de semana en los mítines llevados a cabo por la izquierda, incluido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y la directora general de la Guardia Civil, María Gámez.