Ha resultado sorprendente la defensa que ha hecho el secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Luis Argüello, a la ministra de Igualdad, Irene Montero, ante la polémica por sus declaraciones sobre de los niños y las relaciones sexuales porque no cree «que la ministra de Igualdad defendiera en esas declaraciones que los niños puedan mantener relaciones sexuales y demás» y están sacadas de contexto.
«Respecto a las declaraciones de ese día, quiero ser comprensivo con la ministra de Igualdad, porque yo también salgo a la prensa, veo cómo se interpretan algunas respuestas. A veces, uno, cuando responde dice una frase pequeña en un argumento global y es la frase pequeña la que se ve. Yo francamente, no creo que la ministra de Igualdad defendiera en esas declaraciones que los niños puedan mantener relaciones sexuales y demás», ha indicado el portavoz de los obispos españoles.
La frase completa que djo Irene Montero fue que «los niños, las niñas y les niñes de este país tienen derecho a conocer su propio cuerpo, a saber que ningún adulto puede tocar su cuerpo si ellos no quieren, y que eso es una forma de violencia. Tienen derecho a conocer que pueden amar o tener relaciones sexuales con quien les dé la gana, basadas, eso sí, en el consentimiento».
Argüello dice que lo que realmente le «preocupa mucho» es «el planteamiento de la persona y de la concepción de la sexualidad que parece revestirse no de la opinión personal de la ministra sino de los textos legislativos y de las exposiciones de motivos de esos textos» porque «ve una concepción de la persona inasumible pero no por un creyente sino por una persona con sentido común y con noticias elementales de la biología».
Por eso quiere desdramatizar las declaraciones que se puedan hacer en un momento determinado que pueden ser «afortunadas o desafortunadas», algo que incluso le ha ocurrido a el en alguna ocasión.