Lo que ha ocurrido esta mañana a las puertas del Parlamento catalán, ha sido todo un auténtico show del expresidente Carles Puigdemont, que ha aparecido de la nada, se ha subido al escenario allí montado, con música incluida, ha dado su discurso y luego ha desaparecido, todo ello con la connivencia de la Policía, que no ha hecho nada para detenerlo.

Tras siete años huido de la justicia, desde el referéndum independentista de octubre de 2017, Puigdemont aparecía por en el Paseo Lluís Companys de Barcelona, este jueves sobre las 9 horas de la mañana al acto que el Consell de la República (CdRep) había convocado a los suyos para recibirle de manera «institucional», para posteriormente y con total impunidad, desaparecer sin que se sepa donde se encuentra.

Un acto, al que Puigdemont llegaba acompañado por Josep Rull, Laura Borrás y Jordi Turull, entre otrosantes de la investidura de Salvador Illa, al que han acudido representantes de Junts, la Asamblea Nacional Catalana (ACN), Òmnium Cultural, CDR y la Associació de Municipis per la Independència (AMI), así como por parte de la CUP y ERC.

«Muy buenos días, bienvenidos compatriotas. Hace siete años que nos persiguen por querer escuchar la voz del pueblo de Cataluña», eran las primeras palabras de Puigdemont a los cerca de 2.500 asistentes al acto, para a continuación indicar que «He venido aquí para recordarles que aún estamos aquí, porque no tenemos derecho a renunciar», reivindicando la «autodeterminación» de Cataluña, mostrándose además confiado en que habrá «nuevas oportunidades» para declarar esta independencia, porque «El derecho a la autodeterminación pertenece a los pueblos y nadie desde la política tiene derecho a renunciar al derecho del pueblo de Cataluña a decidir libremente su futuro».

Concluía Puigdemont con un «No sé cuándo nos volveremos a ver, pero paso lo que pase, cuando nos volvamos a ver, espero que podamos volver a gritar juntos, bien fuertes, lo que ya dije en mi discurso. Viva Cataluña libre».