Miles de manifestantes salieron a las calles de diferentes países de Europa para protestar contra las nuevas medidas contra el Covid-19, como los pases de vacunación o las restricciones de viaje, impuestas por los gobiernos regionales ante el avance de la variante Ómicron.
En ciudades como Barcelona, Bilbao o San Sebastián, en España, cientos de personas se manifestaron contra los pasaportes sanitarios, necesarios para el ingreso en bares, restaurantes y gimnasios.
«Estoy aquí porque estoy en contra de que me inyecten una sustancia que no sé qué es. No sabemos sus efectos secundarios a corto, mediano y largo plazo, y muchas personas están muriendo por culpa de esta vacuna y los medios no lo explican”, dijo Carme Rovira, durante la marcha en Barcelona.
España tiene una tasa de vacunación de casi el 80 %, una cifra relativamente alta comparada con Alemania y Austria, países que ya impusieron medidas restrictivas en sus territorios.
La tasa de contagios en nuestro país superó los 500 casos por cada 100.000 habitantes, entrando así en «muy alto riesgo», según el Ministerio de Sanidad. La cifra es más del doble que la registrada a comienzos de diciembre.
Marchas en contra en Francia
En París, Francia, miles de personas también salieron a las calles para protestar contra el pase sanitario, que entrará en vigor en enero que deberá presentarse para ingresar en lugares públicos y es una estrategia gubernamental para persuadir a más personas para que se vacunen contra el Covid-19, ya que el país enfrenta la rápida propagación de la variante Ómicron, según dijo el ministro de Salud francés, Olivier Véran.
Para los manifestantes antivacunas que estaban al frente del Ministerio de Salud, el pase sanitario viola las libertades. Pero, a pesar de las opiniones en contra, el primer ministro, Jean Castex, anunció que presentará un proyecto de ley en el Parlamento para que solo las personas vacunadas puedan ingresar a lugares públicos cerrados como bares, restaurantes y cines. Hasta el momento, solo con una prueba negativa del virus era posible entrar a dichos lugares.
La marcha de este sábado fue organizada por el político de extrema derecha Florian Philippot, que desde el verano pasado ha estado al frente de las movilizaciones contra el pase de salud en el país.
Según datos del Gobierno francés, el 90% de los ciudadanos elegibles han sido vacunados. Olivier Véran, en una polémica posible medida, dijo que el Gobierno pedirá al Parlamento que considere hacer que la vacuna sea un obligatoria para viajar en tren y avión.
“Hoy tenemos un ‘pase de salud’, ¿pero mañana? ¿Un ‘pase social’ para viajar? Me niego a vivir en este tipo de mundo”, sostuvo Philippe Olivera, manifestante y funcionario del Ministerio de Agricultura.
Francia está a la espera de aprobar la vacunación para niños de 5 a 11 años, otra política que genera rechazo entre los antivacunas o negacionistas del virus.

Protestas en Italia
Miles de personas se reunieron en Turín, Italia, para protestar contra la extensión del estado de emergencia hasta el 31 de marzo de 2022, que obliga a todos los visitantes de países de la Unión Europea a presentar una prueba negativa del virus para poder entrar en el país.
El estado de emergencia inicial otorgó mayores poderes al Gobierno central y recortó los trámites burocráticos, agilizando la toma de decisiones contra la pandemia.
Las protestas también fueron contra el llamado “Green Pass”, en España llamado pasaporte covid, un certificado digital o en papel que muestra si alguien ha recibido al menos una dosis de la vacuna contra el Covid-19. No obstante, la situación epidemiológica está empeorando en el Italia, con nuevos casos de la variante Ómicron identificados en el norte y sur del país, según el Instituto Nacional de Salud (ISS).
Italia está entre los países con una tasa de vacunación de las más altas del mundo, con el 80% de la población que ha recibido una o dos dosis. El 15% de las personas ha recibido la vacuna de refuerzo, según las autoridades.

Manifestaciones en Alemania
En varias ciudades alemanas, se han intensificado las manifestaciones de los antivacunas en contra de las regulaciones del Gobierno para controlar el avance del virus. En Frankfurt, varias personas fueron detenidas por enfrentarse con la policía.
La semana pasada, el Parlamento aprobó una nueva legislación que obliga a los trabajadores de los hospitales, consultorios médicos y hogares de ancianos a estar completamente vacunados a partir de marzo.
La nueva legislación también permite a los 16 estados federales de Alemania cerrar bares y restaurantes, así como prohibir grandes eventos debido a las altas tasas de contagio.
La mayor potencia económica europea, en medio de la cuarta ola de contagios, tiene una tasa de vacunación relativamente baja en comparación con el resto del continente. Alrededor del 69% de la población está completamente vacunada y el 21% ya ha recibido la vacuna de refuerzo, según cifras oficiales.
