El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y su partido el PSOE, están noqueados como un boxeador que recibe un golpe de lleno en el mentón, con el asunto de las mascarillas y la tram de las comisiones del «Caso Koldo», con Ábalos, Armengol, Illa, Marlaska, Torres y lo que pueda ir apareciendo, al que ahora se ha sumado el de Globalia con Air Europa, que involucra a la mujer del líder socialista, Begoña Gómez.
Es como si de repente todo le estallara en las manos a Sánchez, y no tuviera forma de parar todos los golpes que se le están cumulando, y que además ha tenido otro día negro este jueves con la resolución del Tribunal Supremo de iniciar la causa por terrorismo contra Carles Puigdemont, que pone más complicado poder sacar adelante la famosa ley de amnistía.
El objetivo más inminente en esta trama del «Caso Koldo», el la expresidente de Baleares y actual presidenta del Congreso, Francina Armengol, que de momento guarda silencio ante el acoso mediático y de la oposición por su implicación siendo Presidente balear al ocultar la estafa de unas mascarillas inservibles, tras contratar también a la empresa implicada en el caso Soluciones de Gestión y Apoyo a Empresas SL. a la que pagó 3,7 millones de euros por material inservible, que fue almacenado por falta de calidad y que no lo hizo público hasta pocas horas antes de tener que abandonar el Gobierno balear.
El siguiente en la lista es el actual ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, que siendo presidente de Canarias también contrató con la misma compañía que está en el punto de mira del caso.
El asunto de la mujer de Pedro Sánchez, es el que puede afectar más al actual Presidente del Gobierno, y es que el comisionista del Ministerio de Transportes, Víctor de Aldama, y el consejero delegado de Globalia, Javier Hidalgo, se reunieron en 2020 con Begoña Gómez para presentarle oportunidades de negocio y tratar de conseguir su respaldo, conscientes que era la forma más directa de llegar al líder socialista.
Según explicó el Confidencial, los comisionistas trataron con la esposa del presidente del Gobierno la creación de una aplicación de compra de medicamentos a domicilio y un plan para convertir pueblos abandonados en complejos inmobiliarios, contactos que además coincidieron en el tiempo con las adjudicaciones de los contratos de emergencia del Ministerio de Transportes para la compra de mascarillas que ahora investiga la Audiencia Nacional y, también, con la histórica operación de rescate de Globalia (y su compañía aérea Air Europa) con 615 millones de euros de fondos públicos.