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El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez y el de Francia, Emmanuel Macrón, ha pactado construir un nuevo gaseoducto denominado «BarMar», desechando definitivamente el que ya estaba avanzado como era el «MidCar», aunque ni hay plazos para su construcción (se prevé 2030) ni se sabe quien lo pagará.
Ese es el acuerdo cerrado este jueves con la presencia del presidente de Portugal, Antonio Costa, que también participará en este proyecto, del que sólo se sabe que uniría Barcelona con Marsella, a través de una conexión submarina.
En principio será el próximo 9 de diciembre cuando se vuelvan a reunir los presidentes de España, Francia y Portugal para decidir el calendario, las financiación y los costes relacionados con el ‘BarMar’, en una infraestructura que podría necesitar una cantidad de capital similar a los 1.750 millones de euros.
Además, su construcción, si todo va bien, tendría un plazo de construcción de unos ocho años, esto supone que no servirá para solucionar el riesgo de suministro de gas que vive en estos momentos el centro de Europa.
Sánchez hablaba este jueves de una tubería que transporte hidrógeno y que esté técnicamente adaptada para transportar otros gases renovables, que supondrían una alternativa a los combustibles fósiles actuales.