Pedro Sánchez (PSOE) e Isabel Díaz Ayuso (PP) han decidido enterrar el «hacha de guerra» que desde el inicio de pandemia habían venido sosteniendo. De esta forma han logrado sentar las bases de una colaboración entre las dos instituciones de cara a luchar contra el COVID-19.
La situación de la capital en cuanto a número de contagios ha llevado a la presidenta madrileña a confinar varios barrios y distritos, así como algunas localidades madrileñas.
Se creará un grupo Covid que estará formado por los ministros Salvador Illa y Carolina Darias por parte del Ejecutivo de Sánchez. Por parte de la Comunidad de Madrid estarán el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero y el vicepresidente de Madrid, Ignacio Aguado.
Este organismo se reunirá semanalmente, para planificar una respuestas unitaria contra la pandemia» y se ha denominado «espacio de cooperación».
Díaz Ayuso ha señalado que esto supone un «punto y aparte». Por su parte Pedro Sánchez ha dicho que «esta es una batalla epidemiológica, no ideológica» y que ambos han dado esta mañana un «paso importante» para ello.
El Presidente del Gobierno también ha señalado que están «listos para contemplar otros escenarios si fueran necesarios» y ha recordado el ofrecimiento de un posible estado de alarma territorializado. Ha repetido que depende del ejecutivo regional pedirlo o no, pero que hay todavía recorrido para intentar frenar la curva de contagios.
Según Sánchez: «estamos ante una segunda ola que tiene distintas características a la primera, es menos veloz y letal, pero continúa siendo muy peligrosa»
Ayuso cree que el plan de confinamientos selectivos que ha puesto en marcha va a dar resultado, cuyo objetivo es evitar medidas más restrictivas. La dirigente madrileña ha valorado como «fundamental» la reunión de hoy ya que Madrid tiene recursos limitados para aplicar las restricciones. Ha recordado que la capital necesita el «paraguas» del Estado para sacar adelante esta situación.
Por su parte, el Presidente ha insistido que el Gobierno lo que pretende es «ayudar, colaborar y apoyar, no valorar, ni enjuiciar». De esta manera se da a entender que han venido al rescate del Ejecutivo de Ayuso.