Mientras el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, obliga a los españoles a pasar calor, imponiendo el aire acondicionado a 27º, y apagar la luz de los escaparates y monumentos a las 10 de la noche, el se ha ido de vacaciones utilizando el helicóptero Super Puma y el Falcon, para desplazarse a La Mareta, en Lanzarote.
Eso, si, parece que lo ha hecho sin la corbata puesta, que es la gran solución aportada por Sánchez, para ahorrar energía. Lo hacía este miércoles día 3 sobre las diez y media de la mañana, cuando el presidente se ha montado en el Super Puma para desplazarse hasta la base de Torrejón de Ardoz donde se ha subido al Falcon para comenzar su temporada veraniega.
Y todo con una polémica encendida tras anunciar hace dos días las restricciones en materia energética con el afán de hacer ahorro en la reunión del Consejo de ministros donde se acordó, entre otros asuntos, que el aire acondicionado de los edificios públicos o privados debe mantenerse a 27 grados y la calefacción a 19 en invierno.
No parece ser un ejemplo pedir a los ciudadanos que se restrinjan energéticamente con la que está cayendo y a la vez mantener 22 ministerios y toda su infraestructura y a la vez utilizar de forma constante el Super Puma para viajar 25 kilómetros, entre Moncloa y Torrejón de Ardoz, para usar el Falcon para viajar a cualquier sitio por muy corto que sea el trayecto.
LAS COMUNIDADES SE REVELAN
Varias comunidades autónomas ya han mostrado su desacuerdo con las medidas energéticas impuestas por Pedro Sánchez, anunciado que no aplicaran todas aquellas que sean de su competencia y además, Madrid, ya está estudiando la posible inconstitucionalidad de esta imposición energética por parte del Gobierno central.
La primera en anunciar que no cumpliría este decreto ha sido la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a la que posteriormente se han sumado Murcia y el País Vasco, esta última gobernada por el PNV socio de investidura del propio Sánchez.
Además, socialistas como el alcalde de Vigo, Abel Caballero o el Ximo Puig, presidente de la Comunidad Valenciana, ya han mostrado su malestar por esta imposición.