El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha enrocado en el victimismo para anunciar que no convocará elecciones generales a pesar del último escándalo que le rodea que ha supuesto la dimisión del secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, tras conocerse este jueves el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) que le señala dentro de la trama de las mordidas a cambio de adjudicaciones de obra pública y de haber manipulado las primarias de 2014 que auparon a la secretaría general al actual líder socialista.
Un auténtico terremoto dentro del PSOE, que ha llevado a Sánchez a comparecer en la sede de Ferraz, mostrándose decepcionado por el comportamiento de Cerdán, pidiendo perdón a los españoles por este comportamiento asegurando que había conocido el informe de la UCO “esta misma mañana” y posteriormente fue cuando habló personalmente con Cerdán. “Me ha dado sus explicaciones, ha defendido su inocencia, pero tendrá que ser la Justicia quien dirima”.
El líder socialista ha anunciado una auditoría externa para corroborar que no existen irregularidades en la gestión patrimonial del PSOE y ha dicho que asume tres responsabilidades políticas: actuar cuando se conoce un hecho de gravedad, no entorpecer la labor de la Justicia y trasladar disculpas a los ciudadanos..
Sánchez, se ha saltado la presunción de inocencia que tanto ha pedido en otros caso sobre Cerdán y ha señalado que arroja “indicios muy graves” de su implicación en el llamado «caso Koldo», en la que también está inmerso José Luis Ábalos.
“Quiero pedir perdón a la ciudadanía”, ha dicho Sánchez en un tono compungido, dirigiéndose especialmente a los militantes y simpatizantes del PSOE. “Hasta esta misma mañana, yo estaba convencido de la integridad de Santos”, señalaba, a pesar de que se llevaban “semanas y meses” circulando rumores, aunque sin pruebas concretas hasta ahora.
De esta forma, Sánchez se desmarca de su hombre de confianza desde 2011 y que ha sido el encargado de las negociaciones con Sumar y Junts, y quien ha pilotado buena parte de la estrategia territorial del partido en los últimos años. “No existe la corrupción cero, pero sí debe existir tolerancia cero cuando esta se produce”, sentenciaba Sánchez, en un intento de despejar cualquier tipo sospecha de encubrimiento.
Ha anunciado dos medidas como son la puesta en marcha de una auditoría externa de las cuentas del PSOE y una reestructuración de la Comisión Ejecutiva Federal que se culminará en un comité federal en Sevilla el próximo 5 de julio.
“Me provoca una enorme indignación y una profunda tristeza que todo un proyecto político… se pueda ver afectado por la conducta de unos pocos”, indicaba Sánchez y ha dejado claro que “No habrá elecciones hasta 2027”, porque “Nuestro proyecto político es más necesario que nunca”.
Sobre un posible amaño del proceso de primarias en el PSOE en 2017., decía que “Ese comentario me decepciona muchísimo”, y ha querido dejar claro que “Los procesos de primarias son de absoluta garantía… Esta es una organización seria, con independencia de que pueda ocurrir algún acto como este”.