El secretario general del PSOE y presidente en funciones del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha decidido a llevar una purga dentro del partido contra todos aquellos que levanten la voz a las decisiones que está tomando o la aplicación de una amnistía a los independentistas catalanes, perseguidos por la Justicia española como es Carles Puigdemont, con tal de que le apoye con sus siete diputados para una posible investidura y el primero de los casos es el de Nicolás Redondo Terreros, al que expulsado del partido.
Y es que como como bien dijo este lunes la vicesecretaria general socialista, María Jesús Montero «en este PSOE, el que se mueve sí sale en la foto», por la expulsión de Redondo Terreros y lanzando un mensaje a las críticas de la llamada «vieja guardia» que se han alzado en contra de la amnistía, frase que en su día utilizó Alfonso Guerra, dando a entender así que la actual dirección del partido encabezada por Pedro Sánchez acepta y encaja las críticas.
La Comisión Ejecutiva Federal del PSOE aprobó este lunes su suspensión de militancia, por supuestamente haber hecho un «reiterado menosprecio a las siglas del partido» y es que según fuentes del partido a ABC, la expulsión «no es difícil de justificar, porque está negro sobre blanco en la prensa de todo el país», por eso no expulsarle de militancia sería un «agravio comparativo» con el resto de afiliados, porque tienen «derechos y deberes», y esto «no admite excepciones».
Según la dirección del PSOE se informa de que se le abrió expediente en agosto, después de que hubiera solicitado en varios actos públicos que su formación no pactase la investidura con un prófugo de la Justicia como Carles Puigdemont.