El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no sólo no ha condenado las 23 muertes de inmigrantes habidas en el salto de la frontera de Melilla por parte de los marroquíes el pasado 24 de junio, sino que ha pedido «reconocer el esfuerzo que está haciendo Marruecos» por «defender las fronteras de España».
Sánchez, ha insistido en que lo ocurrido en Nador, ciudad fronteriza con España, fue un «ataque violento a las fronteras de nuestro país» porque los subsaharianos «fueron armados», así lo ha dicho en una entrevista publicada en El País este domingo.
En un primer momento, Sánchez aseguró que la intervención de las autoridades marroquíes había sido «bien resuelta», aunque más tarde reconoció que, en el momento de hacer esa primera valoración, desconocía las polémicas imágenes que mostraban la violencia ejercida por Marruecos.
Unas palabras que levantaron una polémica dentro y fuera de su Gobierno lo que le obligó, en la entrevista del pasado jueves en La Sexta, a rectificar y decir que «Es evidente que ahora no repetiría esas palabras», donde se negó a valorar las imágenes por estar celebrándose la Cumbre de la OTAN en esos momentos en Madrid.
En todo caso, el presidente continúa evitando condenar abiertamente los hechos ocurridos en Nador. Este domingo, el dirigente socialista destaca que más allá de la treintena de inmigrantes subsaharianos muertos, hubo «más de 100 gendarmes marroquíes heridos y más de 40 miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado españolas» en un ataque del que responsabiliza a «las mafias».
Pedro Sánchez, que evitó mencionar si Marruecos cumple con los derechos humanos, y pide «reconocer el esfuerzo que está haciendo Marruecos», por «defender las fronteras de España», por lo que antes de pedir garantías de que esto no vuelva a ocurrir, considera que «España y Europa tienen que ser solidarias también con Marruecos».