Esta claro que Pedro Sánchez no tiene límites a la hora de seguir en La Moncloa y de lograr su objetivos sean cuales sean, y para ello no ha tenido reparos en pactar con E.H. Bildu, la reforma de la nueva Ley de Seguridad Ciudadana, y derogar la conocida como «Ley Mordaza», al igual que hiciera con la Ley de Memoria Democrática hace dos años, que se niegan a calificar a ETA como una banda terrorista, que tiene en su haber el asesinato de 210 guardias civiles, 150 policías nacionales, 47 militares y 41 policías locales y autonómicos.
Es decir los agentes de la autoridad, Policía Nacional, Guardia Civil y Policías Locales, ahora tendrán que seguir las órdenes dictadas por los heredes de ETA, como es E.H. Bildu ya que este jueves la formación abertzale ha anunciado que ha llegado a un acuerdo con el Ejecutivo para cambiar, mutilar o derogar parcialmente la que la izquierda llama «ley mordaza».
En la pasada legislatura el PSOE y Unidas Podemos pactaron su revisión, pero en marzo de 2023, ERC y Bildu tumbaron el nuevo texto en la Comisión de Interior del Congreso por «edulcorado» e «insuficiente», en ese momento Podemos culpó del fracaso a los socialistas por no haber tenido cintura para negociar con Bildu y Esquerra.
Bildu ha anunciado el acuerdo para la retirada progresiva del uso de pelotas de goma por parte de los agentes y modificar las sanciones por faltas de respeto a estos y desobediencia a la autoridad.
Falta concretar a qué tipo de acuerdo han llegado en torno al otro punto de fricción hasta ahora: las devoluciones en caliente, de las que el PSOE tanto reniega pero a las que el Ministerio del Interior recurre tanto o más que en tiempos de del Gobierno de Rajoy.
«Nos alegramos del acuerdo de Bildu porque también es nuestro acuerdo. Punto por punto. Y porque pueden trabajar sin un ecosistema político y mediático profundamente tóxico basado en el histerismo y en el reparto de pureza», señalaba el portavoz de ERC, Gabriel Rufián en su cuenta de la red X.
Tanto Bildu como ERC habían amenazado al Gobierno de Sánchez que si no aceptaba esa exigencia, difícilmente podrían contar con ellos para sacar adelante el paquete de medidas del plan de acción democrática. De manera que Pedro Sánchez ha decidido ceder.