No ha defraudado el presidente del gobierno, Pedro Sánchez en su comparecencia par hacer balance de su primer año de legislatura,y se ha ceñido al guión esperado, de que bien lo hacemos y el «entre todos vamos a salir más fuertes».
Para Sánchez el trabajo realizado por su Ejecutivo es «muy sobresaliente» y los ciudadanos «confían» en los partidos que lo sustentan. El presidente cree, en definitiva, que su Gobierno acaba el año «más fuerte y más unido» y tiene «ánimo de perdurar» todo lo que queda de legislatura.
Sobre los constantes encontronazos de los miembros de su Gobierno, entre los del PSOE y los de Unidad Podemos, cree que es algo normal por el hecho de ser una coalición, algo que se experimenta por primera vez en España.
Frente a las críticas de la oposición, Pedro Sánchez señala que el país debe elegir entre el «miedo y la esperanza» y ha alertado que mientras algunos alientan «un panorama apocalíptico » hay un Ejecutivo que quiere alentar «la capacidad de los españoles para sobreponerse a la adversidad».
Sobre la cuestionada transparencia de su Gobierno, el Presidente ha remarcado que son un ejemplo de «transparencia» y «ejemplaridad» indicando que «inauguramos una nueva etapa en la necesaria regeneración democrática, en la ejemplaridad pública, fomentando la mejora de la práctica pública, sirviendo a un único destinatario: el ciudadano y la ciudadana».
«Los tiempos han cambiado; la política ha cambiado y el Gobierno avanza con su sociedad en la transparencia y en la rendición de cuentas» indicaba Sánchez a pesar de los continuos requerimientos del Consejo de Transparencia y Buen Gobierno que no son atendidos.
Tras señalar que este Gobierno de coalición lleva cumplido el 23,8 por ciento de su programa electoral, ha señalado en relación a un posible indulto a los presos del 1-O que «hay que encontrar un espacio de reencuentro, superar esta etapa dramática y mirar hacia un horizonte de futuro compartido» sin aclarar que van a hacer.