El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha cuestionado la sentencia dictada por el Tribunal Supremo (TS) que ratificaba la condena a los expresidentes socialistas dela Junta de Andalucía, Chaves y Griñán, a este último con seis años de cárcel, por el caso de los ERE, al señalar que «están pagando justos por pecadores».
Sánchez, ha recordado que los dos expresidentes andaluces dimitieron de sus responsabilidades públicas «hace más de un lustro» y que en ningún momento han sido acusados de haberse llevado «un céntimo de euro» ni financiar ilegalmente a una organización política, aunque casi 700 millones de euros destinados a los parados fueron destinados para pagos a empresas «amigas» o fiestas de todo tipo.
No ha querido valorar la posibilidad del indulto aunque ha dicho que puede ser una «hipótesis», porque tienen claro que «podemos afirmar que están pagando justos por pecadores». «Respetamos los pasos que se puedan dar por parte de las defensas y el Gobierno siempre va a actuar en el marco de la ley y colaborando con la justicia», ha puntualizado.
OBJETIVO EL CONSTITUCIONAL
Todo parece indicar que Pedro Sánchez, era consciente que esta sentencia iba a resultar en estos términos, por eso las prisas por renovar el Tribunal Constitucional, con el fin de tener una mayoría progresista en el mismo que salve sobre todo a Griñán, de tener que entrar en la cárcel.
Sánchez, pasó de quitar competencias al CGPJ, en marzo, a devolvérselas cuatro meses después para que el órgano de gobierno de los jueces pueda nombrar a dos vocales del TC, el próximo mes de septiembre.
Una maniobra, que sorprendía a propios y extraños, pero que permitirá que exista una mayoría progresista en el Constitucional en un momento clave: cuando el Supremo dicte la sentencia definitiva por el caso de los ERE y José Antonio Griñán pueda presentar recurso contra su condena para evitar la cárcel sin necesidad de solicitar el indulto.
De esta forma en el Partido Popular vinculan las «prisas» de Sánchez por renovar ya el TC con la sentencia de los ERE, y es que tienen claro que es un «plan a la carta» porque Sánchez «quiere un TC más afín para todo lo que venga en septiembre«.