El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha acusado al PP, de estar vinculado con los poderes económicos y mediáticos y ha avisado de que «la derecha política, económica y mediática quiere que los progresistas nos rindamos y no nos vamos a rendir» y ha defendido que su Gobierno trabaja en defensa de los intereses de la clase media y trabajadora, en una entrevista en RTVE.
Sánchez, ha reprochado al PP que se oponga a los nuevos impuestos a los beneficios extraordinarios de las entidades bancarias y a las compañías energéticas, que se ha debatido este mismo martes en el Congreso de los Diputados. y que se haya opuesto incluso a que la medida se pueda debatir, ya que la Cámara Baja votaba hoy la toma en consideración de la proposición de ley.
No entiende que la derecha «se niegue a debatir» la posibilidad de modificar el sistema fiscal de forma extraordinaria y temporal, ante una situación que beneficia de forma extraordinaria a estos sectores, y considera legítimo que el poder económico quiera influir, que además lo hace, según el, pero sin embargo, que no pueden «condicionar» la política del país.
Sánchez, ha acusado a las empresas energéticas de oponerse al establecimiento de la excepción ibérica para España y Portugal en materia energética e hicieron lobby en la Unión Europea para impedir que saliera adelante.
En esta línea, ha afirmado que entiende esta postura ya que las compañías defienden sus intereses pero ha acusado al PP de hacer lo mismo, y eso supone estar contra del beneficio de la mayoría de la sociedad, por eso pide a Feijóo, «algo más de solvencia y buena fe» y le hubiera gustado que hubiesen respaldado medidas «de sentido común» como la bonificación del transporte público, la reforma laboral, la Ley de Educación, los decretos del estado de alarma y la rebaja del IVA de la luz del 21 al 5%, entre otras.
Ha asegurado que respeta y se toma en serio todas las encuestas por eso trabaja para darle la vuelta y cree que «la frustración, la angustia y el cabreo» de los españoles se debe a la concatenación de situaciones extraordinarias y el hecho de que se desate una guerra que tiene consecuencias en la vida diaria justo después de haber empezado a superar la pandemia.
«Pero insisto, lo que corresponde al Gobierno no es quejarse, es actuar y no de cualquier manera si no en defensa de la clase media y trabajadora», ha concluido.