Carles Puigdemont, líder de Junts y expresidente de la Generalitat de Cataluña, trasladaba desde Bélgica ( lugar en el que se encuentra tras huir de la Justicia española) su apoyo a Marruecos , tras el conflicto que atraviesa actualmente con España.
La entrada (en avalancha) de manera ilegal, de más de 8.000 marroquíes a Ceuta, ha sido el causante de esta «mini guerra» entre ambas naciones, la cual ya venía de atrás, cuando el Gobierno español tomó una serie decisiones, que no contentaron al país vecino.
Puigdemont aprovechaba esta situación para pronunciarse a través de Twitter transmitiendo que «Ceuta y Melilla son dos ciudades africanas» que forman parte de la UE «únicamente» por «el legado de un pasado colonial» que ha hecho posible que los «los europeos» puedan tener «posesiones fuera de Europa».
«Marruecos tiene derecho a plantear la cuestión de la soberanía y sería necesario crear una mesa de diálogo para resolver el conflicto», añadía.