Un año de restricciones como consecuencia de la pandemia por el COVID-19 empiezan a pasar factura a los dirigentes políticos de los países y más en las últimas semanas cuando se ha llevado a cabo unas medidas más estrictas en países donde hasta ahora eran más blandas.
Esto ha llevado a que en algunos estados europeos los ciudadanos se están echando a la calle a protestar contra estas medidas y los casos más significativos son los de Holanda, Dinamarca y Grecia donde las acciones que están llevando a cabo los manifestantes son más notorias.
En Holanda, desde este domingo se están registrando enfrentamientos entre policías y manifestantes, que protestaban contra el toque de queda instaurado el sábado (de 21,00 h. a 4,30 . de la madrugada.
Ámsterdam, Rotterdam y Eindhhoven, han sido los principales focos de protestas donde la policía detuvo a al menos 30 personas, con varios vehículos incendiados y varios comercios y la estación central de trenes, saqueados.
El mismo tipo de protestas se han vivido en Copenhague (Dinamarca), donde los enfrentamientos con la policía se saldaron con cinco arrestos, encabezados por el movimiento de los hombres de negro con gritos como «libertad para Dinamarca» y «ya hemos tenido suficiente».
Pero en España y tras las restricciones más severas impuestas en la Comunidad de Madrid, miles de personas salieron a la calle a denunciar el «engaño» de un virus que «no existe» algo que tiene preocupado al Ejecutivo de Pedro Sánchez por si se puede extender al resto del país.
En Alemania se prohibió en diciembre una macro protesta que pensaba reunir unas 30.000 personas para protestar contra las medidas de los dirigentes políticos.
Lo cierto es que cada vez más va prendiendo la llama del «fuego» de la rebelión contra unas medidas que están resultando ineficaces como se está demostrando y que están llevando a que la sociedad empiece a hartarse viendo como su vida habitual no termina de volver a ser lo que era y que está llevando a sectores de la población a ver todo esto como un «engaño» para aplicar unas medidas que de otra manera sería imposible de llevar a cabo.