La vicepresidenta del Gobierno de Valenciano y líder de Compromís, Mónica Oltra no renunciará a su cargo y seguirá amarrada a su silla en el Ejecutivo valenciano a pesar de la imputación por haber encubierto, supuestamente, un abuso sexual a una menor tutelada por su consejería, llevado a cabo por su exmarido.

Oltra sostiene que no hay prueba directa que la vincule con el caso y señala a una operación en su contra indicando que «es una cacería de la extrema derecha», aunque ha asegurado que no ha hablado todavía con el presidente valenciano, el socialista Ximo Puig.

«Soy coherente. Es una postura, ética, estética y política», ha dicho Oltra, aunque ella cuando estaba en la oposición en el 2009 le dijo al entonces presidente Francisco Camps tras ser imputado por unos trajes «el día que me vea como usted, imputado, vilipendiado, pillado en todas las mentiras posibles… Ese día sí que me iría a mi casa», algo que ahora en e poder no parece tener ganas de cumplir.

Según la vicepresidente de la Comunidad Valenciana, «la presión se aguanta porque si no se dedica uno a otras cosas. A mi me presiona más sacar adelante los decretos que mejoren las listas de espera».

Hay que recordar que La sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV) imputó este jueves a Mónica Oltra por el presunto encubrimiento de abusos sexuales de su exmarido a una menor tutelada entre los años 2016 y 2017. El educador fue condenado a cinco años de prisión en una resolución ratificada por el TSJCV. La vicepresidenta de la región declarará el próximo 6 de julio.