Importantes movilizaciones ciudadanas contra las restricciones por el coronavirus en Francia, Alemania o Austria, mientras los líderes de estos países continúan endureciendo el discurso contra quienes se oponen a la vacunación.
Así, en Francia han salido a la calle miles personas en diversas convocatorias en ciudades como París, Lyon, Burdeos o Estrasburgo.
En París uno de los actos principales ha sido el protagonizado por el ultraderechista Florian Philippot, antigua mano derecha de Marine Le Pen, quien ha denunciado el «país de la tiranía, de la segregación, de la separación de miles de personas».
En Lyon la manifestación ha sido de signo contrario, con presencia de los ‘chalecos amarillos’ y de banderas del sindicato de la Confederación General de Trabajadores (CGT) para protestar contra el «apartheid social» y bajo el lema «Contra la covictadura. Ni cobayas, ni antivacunas».
La movilización contra las restricciones se ha incendiado por las declaraciones del presidente francés, Emmanuel Macron, quien el pasado miércoles planteó «fastidiar a los no vacunados» para fomentar la inoculación.
En Alemania han salido miles de personas a la calle, como en Schwerin (Mecklemburgo-Pomerania Occidental), en el norte del país, donde se han reunido unas 1.600 personas, según la Policía, y 2.000 según los organizadores. Los participantes, que marchaban acompañados de tambores y trompetas, portaban una pancarta en la cabecera en la que se leía: «Padres y abuelos dicen !!!NO!!! a la vacunación de los niños contra la COVID-19».
También hubo una concentración en el centro de Hamburgo para una manifestación en la que según las autoridades se esperaban unas 11.000 personas. En Berlín, decenas de personas se manifestaron contra las restricciones y otras medidas para frenar los contagios de coronavirus con un desfile de vehículos.
En la ciudad de Minden, en Renania del Norte-Westfalia, hubo una protesta en contra del movimiento Querdenken (Pensamiento Lateral). Allí unas 2.500 personas salieron a la calle para manifestarse contra los negacionistas, los escépticos de la vacunación y la ultraderecha. «Sí a la libertad de opinión y a la unión, pero decididamente no al odio, a las amenazas y a la violencia», se leía en una pancarta.
El nuevo canciller alemán, Olaf Scholz, apoya la vacunación obligatoria y considera a los antivacunas «una pequeña minoría de extremistas imprudentes«.
Mientras, en Austria unas 40.000 personas se han concentrado en Viena contra las restricciones y la obligatoriedad de la vacunación en una protesta pacífica excepto cuando un grupo quiso saltarse un cordón policial y se produjeron algunos arrestos.