María Jesús Montero, portavoz del Gobierno y ministra de Hacienda, trasladaba que la reforma fiscal «no va a ser una cuestión relativa a las elecciones», abogando porque esta se produzca cuando «haya una recuperación económica».
La portavoz transmitía que sería conveniente, que antes de las elecciones generales (2023) «se pongan en marcha todas las medidas fiscales, si nos da tiempo, que se estimen oportunas».
Mantenía además, que hasta que no se produzca una recuperación del PIB (a los niveles prepandemia), no sería recomendable llevar a cabo el establecimiento de «importantes y transformadoras» medidas fiscales. Sin embargo, dejaba abierta la posibilidad de que se puedan realizar «pequeños reajustes», estableciendo como ejemplo el Presupuesto del año 2021.
En relación al Plan de Recuperación enviado a Bruselas, recordaba que el principal objetivo es actualizar el sistema tributario, ya que «en este momento, los negocios tradicionales tienen una fiscalidad más ajustada, que les penaliza más que las nuevas formas de negocio que aparecen de la mano sobre todo de la economía digital».
En cuanto a la eliminación de la reducción por tributación conjunta del IRPF, Montero reiteraba que el planteamiento de la AIReF (Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal española) «estuvo mal expresado». Pese a ello ha mantenido su confianza en la entidad, señalando que será necesario corregir aquellos aspectos en los que hayan errado.