Malas previsiones las que vaticina la La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) para España tras revisar sus expectativas económicos con un resultado que acarrea más inflación este año y el próximo y menos crecimiento del Producto Interior Bruto (PIB) en 2023.
La única revisión positiva es que la economía crecerá en 2022 tres décimas más de lo previsto en junio, aunque eso si, una décima menos de lo que había previsto antes de comenzar este año.
La OCDE, deja el crecimiento de España en el 4,4% para este año (frente al 4,1% calculado en junio y el 4,5% anticipado en diciembre de 2021) y en el 1,5% para 2022 (siete décimas por debajo del 2,2% proyectado hace casi cuatro meses y del 3,8% que esperaba hace nueve). De esta forma, sigue retrasando la recuperación del PIB prepandemia que España aún no ha alcanzado.
El mayor ajuste de expectativas que prevé la OCDE, se produce en la inflación, siendo el principal problema que acecha a España y al resto de países europeos, ya espera que nuestro país se acabe el año con una inflación media del 9,1%, un punto más alta que la que pronosticó en junio (8,1%), que de confirmarse esta previsión, será la tasa media más alta desde 1984.
También eleva hasta el 5% la tasa media de 2023, cuando se esperaba que el repunte de los precios se moderara al 4,8%. De esta forma, la OCDE alarga aún más esta crisis inflacionista y aumenta su intensidad, especialmente este año.
España se sitúa entre los países de la OCDE con más inflación este año, sólo superada por Argentina (92%), Turquía (71%), Rusia (13,9%) y Brasil (10,8%). La media del G20 para este año se sitúa en el 8,2% y la de la Eurozona, en el 8,1%, ambas por debajo de la tasa que se espera en nuestro país. En 2023, la inflación de España también resulta elevada, aunque será superada por Alemania (7,5%), Francia (5,8%), y la media del G20 (6,6%).
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico también revisa sus previsiones de inflación subyacente (que excluye los precios de la energía y de los productos frescos y, por tanto, es menos volátil y más representativa desde el punto de vista de la dinámica económica).
En este indicador, España mejora posiciones: la media de este año pasa del 4,5% al 3,9% (seis décimas menos) y la de 2023, del 4,5% al 4% (cinco décimas menos), aunque seguirá en niveles históricos.
Con esta situación, la OCDE estima que España tendrá que extender las medidas adoptadas hasta el momento para paliar los efectos de la inflación.