La Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) ha presentado un estudio y una serie de propuestas entre ellas que se permita aprender a conducir sin necesidad de llevar al lado un profesor de autoescuela y en coches particulares sin necesidad de duplicar los pedales de freno y acelerador como llevan todos los coches de las autoescuelas y que ya se lleva a cabo en muchos países.
Una propuesta que ha hecho que las autoescuelas, a través de su principal patronal CNAE, haya expresado una gran preocupación por esta y otras propuestas y conclusiones del estudio sobre el sector de la CNMC, ya que creen comprometen gravemente la seguridad vial y la calidad de la formación de los futuros conductores en nuestro país.
Para la patronal de las autoescuelas existe una razón fundamental para que los existan los vehículos con doble mando durante la formación práctica y es que sirven para garantizar la seguridad tanto del conductor durante el aprendizaje, como el del resto de usuarios que circulan por la vía. El estudio de la CNMC, siguiendo modelos de otros países, propone alternativas que eliminan esta exigencia del doble mando, como es permitir la conducción acompañada por tutores no profesionales.
Entiende la CNAE que los vehículos con doble mando no son un capricho, sino un estándar de seguridad que permite al profesor de autoescuela intervenir de forma inmediata ante cualquier situación peligrosa durante el aprendizaje y por permitir a los tutores no cualificados y sin formación en seguridad vial incrementaría poder sustituirles, acrecientan los riesgos en carretera y comprometería los objetivos de reducir la siniestralidad vial, y además podría empeorar la tasa de aprobados.
Permitir que la formación práctica recaiga en tutores no profesionales implica riesgos significativos, insiste la CNAE, ya que al no ser especialistas en enseñanza vial, inevitablemente trasladarían sus propios hábitos de conducción que, con frecuencia, pueden incluir malas prácticas y expone a los aspirantes a un aprendizaje defectuoso.
La CNMC, es su análisis sobre la tasa de suspensos en los exámenes prácticos de conducir en España, cree que es un reflejo de la ineficiencia del sistema de formación vial actual en las autoescuelas.
En España, actualmente no existe una regulación que obligue a un nivel mínimo de preparación antes de presentarse al examen para obtener el permiso de conducir, sino que es el propio alumno quien decide cuándo está listo para examinarse, y no el profesor de la autoescuela, aunque por regla general tienden a un exceso de clases de conducción para asegurar que el alumno está preparado, algo que de entrar en vigor la propuesta de la CNMC repercutiría en una notable caída del número de clases que, actualmente, se estima en una media de 30 o 35 clases por alumno.
Las autoescuelas no tienen la autoridad para impedir que un aspirante solicite el examen si así lo desea ya que tan solo pueden aconsejar sobre el nivel de preparación necesario.
Otra de las propuestas de la CNMC es la eliminación de la obligatoriedad de que las autoescuelas cuenten con vehículos propios o locales físicos, algo que par ala patronal de las autoescuelas supone que se priorice el beneficio económico sobre la calidad del servicio.