La querella presentada por Vox ante el Tribunal Supremo viene causada por los disturbios producidos el 7 abril, cuándo una serie de «violentos» increpaban y atentaban contra el partido de Santiago Abascal, en un acto de precampaña.
Son dos las querellas realizadas por la extrema derecha, una contra el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y otra contra de la delegada del Gobierno de Madrid, Mercedes González; el cofundador de Podemos Juan Carlos Monedero, el responsable de la Primera UIP y los responsables de la Asociación Bukaneros.
El partido mantiene que Grande-Marlaska siendo plenamente consciente de la situación que se estaba viviendo permitió que «se desarrollasen convocatorias ilegales para impedir un acto electoral», siendo estas premeditadas con antelación.
Los de Abascal culpan al ministro del Interior de «no haber impedido el lanzamiento de objetos y las agresiones a los participantes en el acto político». Apuntan además que durante las revueltas hubo más de 30 heridos, siendo un miembro de su formación política (el diputado por Guadalajara Ángel López Maraver), uno de los directamente afectados.
En cuanto a la delegada del Gobierno de Madrid, al igual que al responsable de la Unidad de Intervención Policial, se les acusa de no llevar a cabo sus obligaciones al no perseguir los delitos mencionados.
Por su parte, tanto a los Bukaneros cómo a Monedero se les atribuye la incitación al odio y a la realización de actos bandálicos e ilegales, que ponen en peligro la salud del resto de la población.