Los partidos de la oposición, PP, Vox y Cs, han salvado a Pedro Sánchez, al votar a favor de la Ley de Seguridad Nacional, y rechazar así la enmiendas a la totalidad que pretendían ERC y Junts, aunque han apostillado que esto no supone «un cheque en blanco» para el Gobierno.
La modificación incorpora siete nuevos artículos a la Ley de Seguridad Nacional del año 2015 para regular la contribución de recursos en caso de crisis y crear una reserva estratégica que permita al Estado hacer frente a emergencias como la del Covid-19.
El ministros Félix Bolaños, encargado de defender esta ley, ha dicho que «no se trata de contar con un instrumento por si llega otra crisis, sino para cuando llegue otra crisis que seguro que vendrá«, en relación con la pandemia.
Ante las posibles críticas, ha dicho que la norma prevé la participación de las comunidades autónomas en todos los procesos que no pretende «menoscabo» las competencias autonómicas, ya que según el, incluso «se refuerzan» en materia de contribución de recursos.
INDEPENDENTISTAS EN CONTRA
Los independentistas de ERC, la han calificado de «represiva» esta ley y ha culpado a los socialistas de «comprar el marco ideológico» a PP y Vox, porque «en lugar de derogar ley de seguridad nacional del PP, la legitiman y dan una vuelta de tuerca más«, basando el concepto de seguridad «en un estado policial y represivo» mientras que su propuesta era de «bienestar social y derechos civiles».
«Es una ley más que fulmina competencias», ha reprochado al Gobierno la portavoz de Junts, Miriam Nogueras, que sirve para «rematar lo que queda en pie de libertades y derechos fundamentales» en un futuro Gobierno de PP y Vox.
«Ustedes no nos están persiguiendo y espiando por lo que hacemos, nos están persiguiendo o espiando por lo que pensamos«, ha dicho Nogueras, acusando que uno de los «principales» objetivos del Gobierno es «neutralizar y eliminar» el movimiento independentista.