La portavoz del Gobierno y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez ha señalado que «no hay que engañar a la gente nunca, la verdad siempre tiene que prevalecer, mentir es pecado y hay que aplicarlo a la política y a la comunicación», y lo ha hecho este jueves en Madrid en la clausura del acto de presentación del informe sobre ‘Bulos y Desinformación’ elaborado por Servimedia y Estudio de Comunicación.
Rodríguez ha señalado que en el momento actual de crisis, no hay que «dejar de decirle a la ciudadanía lo que está ocurriendo y transmitir también tranquilidad», defendiendo que el derecho a la información es un derecho constitucional y algo que hay que «cuidar, mimar y hacer prevalecer entre todos, también los poderes públicos», y ha advertido de que los políticos deberían «cumplir más la Constitución».
Una de las principales conclusiones de este estudio es que los bulos y la desinformación es un problema que se causa «entre todos», pero según la ministra la «parte positiva» es que si entre todos se causa entre todos se puede «remediar y combatir».
En alarde de cierto cinismo, la portavoz del Gobierno, ha señalado que en algunos casos, la desinformación «no solamente es información falsa sino también sobreinformación», porque «a veces cuesta más leer algo más que un pantallazo» y «a veces se contribuye a la desinformación con bombardeo de mucha información», aunque la información falsa y los bulos sean «lo más dramático».
Sobre los nuevos formatos de comunicación, la ministra ha reconocido que a las propias administraciones públicas les «cuesta tener claro qué se considera medio de comunicación» ya que «no todos son medios de comunicación que ofrezcan una información veraz».
El informe sobre ‘Bulos y Desinformación’ destaca principalmente que tanto medios de comunicación, como ciudadanos «coinciden masivamente en que el problema de los bulos, las ‘fake news’, se ha agravado y empeorado mucho después de la pandemia«.
Según este estudio, para la opinión pública los responsables de la difusión de bulos son «todos», puesto que internet es una herramienta que utiliza todo el mundo, por eso apunta que «los primeros responsables» de la desinformación «son los usuarios y los segundos los medios de comunicación». mientras que los periodistas creen que los bulos «son utilizados por políticos y estados».
De esta forma, en el informe se hace especial hincapié que periodistas y comunicadores creen que son los particulares los que «más contribuyen a difundir los bulos», situando en segundo lugar a los políticos como los causantes de la propagación de ‘fake news’.
Por último, en el estudio salen como más marcados los medios digitales con los de mayor actividad de propagación de bulos de medios de comunicación, señalando por parte de los periodistas a los digitales como los medios que más bulos propagan y los que menos las agencias de noticias oficiales.