La Lomloe, mas conocida como la «Ley Celaá», por la ministra que la sacó adelante, puede ser probablemente la peor ley de educación que hasta ahora se haya llevado adelante en España, como apuntan desde algunos sectores, incluso desde los propios docentes.
Un libro de texto, que estudirán este año los niños en los colegios, establece en la asignatura Historia del Mundo Contemporáneo y de la editorial Santillana, que Vox es un partido de «herencia fascista y nacionalsocialista».
En un apartado de dicho manual, titulado «El ascenso de la extrema derecha en Europa«, se incluye un mapa del continente con los resultados de «la extrema derecha» en las elecciones legislativas, en la zona de España, aparece el nombre Vox, junto con el porcentaje de votos obtenido en el año 2019: el 15 %.
«A pesar de las diferencias ideológicas entre partidos de la extrema derecha, especialmente entre los del norte y oeste de Europa y los del este, en sus programas ultranacionalistas y en su actitud ante la democracia tienen en común un discurso contrario a la inmigración (xenofobia) y su manía con lo que denominan ‘islamización’ de Europa», recoge concretamente el libro de texto.
Estos partidos «se presentan ante la opinión pública como los defensores de los valores religiosos e identitarios del Viejo continente, que consideran amenazados por el multiculturalismo», continúa relatando el texto.
El presidente de Vox, Santiago Abascal, criticaba en su cuenta de Twitter señalaba esta nueva muestra de adoctrinamiento en los libros de textos propuestos para el curso que viene tras la entrada en vigor de la ‘Ley Celaá‘, indicando que «En muchos libros de texto ya no hay rastro de conocimiento. Solo propaganda sectaria de sanchistas y comunistas».
No sólo Vox, va a recurrir estas reformas educativas, ya que el Partido Popular (PP) también va a presentar recurso contra el adoctrinamiento ideológico que va a llevar a cabo el Ejecutivo de Pedro Sánchez, en los colegios.
Concretamente la Comunidad de Madrid, per medio de su presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, ha pedido su suspensión de la Ley Celaá, presentando un recurso ante el Tribunal Supremo, para que así los estudiantes puedan usar los libros de bachillerato que se utilizaban hasta el pasado hasta que exista una resolución, que ha sido respaldada por la dirección nacional del PP.
No ha tardado en salir el Gobierno de Pedro Sánchez, a escena y ha sido la ministra de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría, la que ha cargado contra Ayuso, porque está «generando continuamente ruido» en lugar de «hacer sus deberes» en materia educativa y ha asegurado que «no es propio de una alumna aventajada» anunciar recurso contra un decreto «que lleva dos meses aprobado y publicado» en el BOE.
«Ha tardado más tiempo de lo que se esperaría, como digo, de una alumna aventajada, como pensaba que era», ha dicho en tono irónico Alegría. La ministra ha declarado que le resulta «curioso» que «la que se presentó como la reina de la libertad» pase «ahora a querer censurarlo todo» y ha recordado a Ayuso que «estamos en el siglo XXI y que la censura, afortunadamente, quedó atrás hace mucho tiempo».
