Tiempo de lectura aprox: 55 segundos
La justicia europea ha dado la razón al juez Pablo Llarena, tras la resolución del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ante la negativa de Bélgica a entregar a Lluis Puig, que supone un respaldo a la euroorden del Tribunal Supremo que abre la posibilidad a que se pueda solicitar la entrega del expresidente de la Generalidad catalana, Carles Puigdemont, reclamado por el procés.
En su auto, el Alto Tribunal europeo señala que «Una autoridad judicial de ejecución no puede negarse, en principio, a ejecutar una orden de detención europea basándose en la falta de competencia del órgano jurisdiccional que habrá de enjuiciar a la persona buscada en el Estado miembro emisor», que es similar al pronunciamiento en junio del Abogado General de Unión Europea.
De esta forma el TJUE deja claro que una autoridad judicial, como es el caso de Bélgica, no dispone de la facultad de negarse a ejecutar una entrega a otro Estado miembro basándose en hipotéticos futuros.
Y matiza que la tramitación de una euroorden el país que ejecuta la entrega no puede comprobar si ésta ha sido emitida por una autoridad judicial competente. Es al revés, la revisión se debe efectuar cuando es el extraditado el que denuncia que se van a vulnerar sus derechos porque se le va a enjuiciar por un órgano que no es competente, en ese caso sí se estudiaría el asunto.
Esta resolución favorable del TJUE abre la puerta a que Llarena reactive de nuevo la euroorden en lo que respecta a Puig, aunque Europa todavía tiene pendiente pronunciarse sobre la inmunidad de Puigdemont, planteada en su momento por el expresidente catalán.