Se preveía que la inflación iba a reflejar unos datos desorbitados y finalmente ha sido así, al dispararse el IPC de marzo casi al 10% (9,8%), sin que el Gobierno de Pedro Sánchez, sea capaz de pararla a pesar de las medidas adoptadas este pasado martes en el Consejo de Ministros.
Las principales causas de este descalabro en el IPC de marzo está en la subida de la luz, los combustibles y los alimentos, en lo que supone la mayor tasa desde hace 37 años, es decir desde 1.985, con el Gobierno de Felipe González.
Además, el INE ha incorporado en el avance de datos del IPC una estimación de la inflación subyacente, es sin alimentos no elaborados ni productos energéticos, que en el mes de marzo aumentó cuatro décimas, hasta el 3,4%, el valor más alto desde septiembre de 2008.
El IPC registró una subida en marzo del 3% respecto a febrero, la mayor subida mensual en cualquier mes desde 2002, cuando se cambió la metodología de esta estadística para recoger mejor la evolución del mercado.