El pecio e la gasolina se ha «comido» la subvención de 20 céntimos aprobada por el Gobierno por la continua subida de precios de la gasolina y el diésel, donde hoy se marcaba un nuevo récord histórico a 1,968 euros el litro de la gasolina.
El encarecimiento de los carburantes en un 5% desde que se anunció el descuento a finales de marzo ha absorbido ya la mitad de la ayuda vigente hasta el 30 de junio y que el Gobierno pretende prorrogar. Una subvención en la que el Estado asume 15 céntimos/litro en cada repostaje y las estaciones de servicio, un mínimo de cinco céntimos.
Cuando el Gobierno anunció la medida el pasado 21 de marzo, para hacer frente a la escalada de los precios energéticos, el litro de gasóleo (el carburante utilizado por el 70% de los vehículos que componen el parque automovilístico en España) se situaba en un promedio de 1,80 euros, mientras que el precio de la gasolina se marcaba en 1,81 euros/litro.
A 23 de mayo, dos meses después, el litro de diésel se vende en España a un precio medio de 1,89 euros/litro y la gasolina, a 1,90 euros/litro, es decir nueve céntimos más en ambos casos, lo que supone la mitad de la subvención de 20 céntimos acordada por el Ejecutivo y que costará unos 1.700 millones en tres meses (1.275 millones al Estado y 425 millones a las petroleras).
Si se toma como referencia el precio medio del diésel de enero de este año (1,40 euros/litro), no sólo la ayuda no cubre el encarecimiento de los combustibles con la guerra en Ucrania y las sanciones sino que, además, actualmente los españoles están pagando un 21% que a principios de año.
El Banco de Epaña (BdE), contrario a la subvención de 20 céntimos, aboga por evitar la adopción de medidas a través de los precios, más generalizadas, y apuesta por hacerlo vía impuestos.
Sus estimaciones apuntan que las rebajas de impuestos indirectos sobre la electricidad aprobadas en 2021 habrían reducido la inflación promedio entre abril de 2021 y marzo de 2022 más para los hogares con menor renta (un punto porcentual) que para las familias en el cuartil superior de la distribución de la renta (con un impacto de sólo medio punto).