La eliminación del delito de sedición por parte del Gobierno de Pedro Sánchez, para contentar a sus socios de ERC, ha tenido un nuevo capitulo este martes, ya que la eurodiputada de Junt (partido de Carles Puigdemont), Clara Ponsatí, fugada de la justicia hace cinco años, se presentaba en la Plaza de la Catedral de Barcelona en una «permofance» clara de desafío al Estado Español, para escenificar su detención y posterior puesta en libertada al solo estar procesada por desobediencia que no conlleva una condena de cárcel.
El juez Pablo Llarena, que había instado una orden de tención contra Ponsatí, ha dejado en libertad provisional a la exconsellera de la Generalidad, por presunta desobediencia el 1-O y la ha citado a declarar el próximo 24 de abril.
Tras pasar cinco horas en los juzgados, Ponsatí quedó en liberad, al dejar sin efecto el juez Llarena la orden de detención por sedición, así como la rebeldía acordadas en su día y la citó a declarar por un delito de desobediencia el próximo 24 de abril en el Supremo.
«El incumplimiento del llamamiento conllevará la modificación de su situación personal y su posible conducción por la fuerza pública», por lo que si persiste en su desafío, como así afirmó en su vuelta a Barcelona, podría volver a ser detenida, señala el Juez en su auto.