La economía española se encamina a la recesión tras conocerse que que sólo creció un 0,2% durante los meses de verano, según los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) este viernes, con los que se demuestra a pesar de las previsiones del Gobierno de Sánchez, que el PIB se encuentra ya en una situación de estancamiento y se encamina a la recesión técnica, que consiste en el encadenamiento de dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo.
Una situación que viene producida por la contracción del consumo y un tirón mucho menor de las exportaciones, el factor que tanto a contribuido para afianzar la recuperación tras la pandemia.
La demanda nacional registró en el tercer trimestre un avance de 0,8 puntos, 1,1 puntos menos en comparación con el segundo. Por su parte, la demanda externa aportó tres puntos al crecimiento, 1,9 puntos menos que en el trimestre pasado, un estancamiento que ya preveían el Banco de España o la AIReF al pronosticar un importante enfriamiento del PIB de cara a 2023.
En cuanto al PIB, el crecimiento interanual se moderó tres puntos en el tercer trimestre, desde el 6,8% al 3,8%, como consecuencia de una menor aportación tanto del sector exterior como de la demanda nacional, ya que la primera aportó tres puntos al PIB interanual del tercer trimestre, cifra 1,9 puntos inferior a la del trimestre anterior, mientras que la segunda, contribuyó con ocho décimas, 1,1 puntos menos que en el segundo trimestre del año.