Se puede calificar como de un auténtico pinchazo inesperado por la ANC, la celebración este lunes de la Diada con la presencia de unas 100.000 personas (110.000) según la Guardia Urbana de Barcelona, un dato supone un descenso de 35.000 asistentes con respecto al año pasado donde llegaron a acudir hasta 150.000 personas.
Hay que recordar que la Diada, se trata de un evento en el que los partidos independentistas catalanes reivindican la independencia para Cataluña pero que cada año como se puede comprobar está perdiendo más fuerza.
La manifestación de este año se ha dividido en cuatro columnas que han salido de la Ciudad de la Justicia, la Escuela Proa, la Estación de Sants y la plaza Letamendi y que han confluido en la plaza de España, bajo el lema ‘Via fora’ –un histórico grito de alarma en la Cataluña medieval–, y que su ha llegado a la plaza, las cuatro pancartas se han girado para mostrar un mosaico con la leyenda ‘Por la independencia, via fora’.
Una Diada marcada este año por las negociaciones de Junts y ERC para la investidura de Pedro Sánchez don de ha evidenciado la diferencia entre ambos partidos, que ha servido para comprobar el apoyo del independentismo a estas negociaciones que están llevando a cabo.
En esta ocasión parece que los asistentes se han inclinado por la vía Junts y las negociaciones que está manteniendo Carles Puigdemont ya que el actual presidente de la Generalidad de Cataluña, Pere Aragonés de ERC, ha tenido que abandonar la manifestación poco antes de que llegara a Plaza España tras escuchar gritos de «Govern dimissió» (Gobierno dimisión).
Por su parte la columna de «Soberanía» se han escuchado gritos de «Puigdemont, nuestro presidente» y se han visto numerosos carteles en los que se pedía la dimisión del Govern o se decía «Aragonès, no fas res» (Aragonès, no haces nada” o «Prou submissió» (basta de sumisión).