El enfrentamiento entre el Gobierno de Pedro Sánchez y la Comunidad de Madrid de Ayuso por las medidas a adoptar a causa de los contagios por COIVD-19 es total a no ponerse de acuerdo ambas administraciones en cómo se debe atajar la pandemia.
De una auténtica guerra abierta se puede hablar entre ambos gobiernos ya que mientras el ministro de Sanidad habla de restringir movimientos y aplicar limitaciones el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid Enrique Ruíz Escudero, señala que no van a cumplir esas medidas porque el acuerdo interterritorial de sanidad no se ha adoptado por consenso y por tanto «no tiene validez».
Y es que en la reunión interterritorial no hubo un acuerdo total a la hora de definir que medidas se iban a adoptar en común en caso de que los contagios alcancen unas cifras determinadas ya que hubo varias comunidades que votaron en contra entre ellas Madrid y Cataluña por lo que es «falso», como dice Illa, que haya habido un consenso sobre las restricciones a aplicar según el consejero de Sanidad madrileño Escudero.
Enrique Ruíz Escudero acusa al Gobierno de Sánchez de tener «prisa por intervenir en Madrid, y no por luchar contra el virus» por cree que «los madrileños «no entenderían» esta «imposición» desmedidas y ha acusado al Gobierno Central de «no actuar con lealtad» con Madrid.
Por eso, antes si el Gobierno publica en el BOE las restricciones «se valorará desde la Abogacía del Estado» las medidas a tomar, aseguraba el Consejero de Sanidad y es las medidas afectarían entre la capital y las diez ciudades periféricas a un total de 4.775.879 personas.
Y es que desde las autonomías gobernadas por el PP defienden que, al no haber habido «consenso», el acuerdo no se ha aprobado mientras que las gobernadas por el PSOE albergan dudas legales sobre si basta la mayoría de apoyos para sacar adelante la propuesta o se necesita que sea por unanimidad.