En Génova andan preocupados por la cada vez más debilitada imagen de Alberto Núñez Feijóo, y todo el equipo que se ha montando, en especial tras lo ocurrido con las negociaciones para la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), que estalló por los aires tras recibir un mensaje de Ayuso y tener confirmado que Sánchez quería rebajar el delito de sedición.

La sombra de Ayuso, es muy alargada dentro del PP, tras lo ocurrido con la caída de Pablo Casado y Teodoro García Egea, donde la presidente madrileña echó un pulso y lo ganó provocando una crisis sin precedentes en el seno de los populares.

La llegada de Feijóo trajo la paz en ese momento a Génova, pero el expresidente gallego no rompió con todo el pasado, ya que mantuvo a Cuca Gamarra, que estaba con Casado, y tiro de un personaje denostado como Félix Pons, que estaba descartado hace tiempo en el partido y que no aporta nada nuevo para los populares.

Ayuso por su parte conseguía su primer paso, que era ser nombrada Presidenta del PP madrileño, algo que le estaban negando Casado y Egea, sabedores de la fuerza política y social de la madrileña y que podía ser una rival dentro del partido capaz de llegar a desbancarles.

Feijóo, es consciente de esa fuerza política y social que supone Isabel Díaz Ayuso, y por eso trata de arrimarse cada vez que puede a ella y no tener nunca ninguna discrepancia, al menos públicamente para no verse debilitado ni cuestionado por la militancia y los posibles votantes, que si bien le ven como un hombre tranquilo y dialogantes, también es cierto que no terminan de verlo como el líder que necesita n el PP, ni España en tos momentos tan transcendentales que se viven y que podría tener su continuidad si Sánchez consigue un segundo mandato.

Y ahí está la clave, porque Feijóo, no está terminando de convencer al electorado, como demuestran las encuestas donde se ha estancado en el crecimiento inicial que tuvo y empieza a ser como la espuma con la cerveza, que una vez que se va se ve realmente lo que haya en el vaso.

Se ha visto en los cara a cara en el Senado, con Pedro Sánchez, donde el líder popular no ha estado a la altura que se esperaba con un rival agresivo como el Presidente del Gobierno, que necesita alguien capaz de darle batalla dialéctica, y no sólo económica, que si bien ahora mismo es importantes, no es de lo único que haya que hablar ya que haya otros problemas latentes como país, que necesitan ser tratados y en todo caso modificados, como el de identidad, educativo, sanitario, territorial, judicial o de las recientes leyes aprobadas por este Gobierno «progresista».

Una batalla, que sí gana Ayuso por goleada a Feijóo, y es a la que realmente temen los socialistas y podemitas, como se ha demostrado en la Comunidad de Madrid, donde prácticamente les tiene a todos arrinconados, y donde les ha ganado en las elecciones por goleada.

Sánchez no termina de dar con la tecla de cómo contrarrestar a la Presidente madrileña, y lo está viendo a la hora de buscar un candidato para enfrentarse a ella en las próximas elecciones autonómicas de mayo de 2023, donde han salido varios nombres, incluso el de su mano derecha, el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, que se han autodescartado, sabedores del batacazo político que puede suponer enfrentarse a Ayuso.

Pero el último episodio ha sido una clara evidencia que Feijóo, está tocado y que cada vez Ayuso se esta acercando más a la presidencia del PP y, a ser la candidata de los populares a enfrentarse en unas elecciones Generales a Pedro Sánchez, si realmente se le quiere desbancar de la Moncloa, algo que ahora mismo empieza a cuestionarse a un año vista de ir a las urnas.

RENOVACION CGPJ

La renovación del CGPJ, ha sido el punto clave para ver donde esta Fiejóo y donde está Ayuso. El actual Presidente del PP, tenía prácticamente firma la renovación, con algunas concesiones en jueces que no era muy entendible por parte de la mayoría de los votantes de centro-derecha, partidarios de no darle ni un respiro y menos el control de los jueces en el Tribunal Constitucional, para que no admitan los posibles recursos ante las leyes que están aprobando o van a aprobar, de muy dudosa constitucionalidad.

Como siempre, Sánchez, había vuelto a engañar a Feijóo, con la renovación, pero en un desliz, consciente o no, de la ministra de Hacienda, María Jesús Monteros, en el Congreso, se conocía que el Gobierno va a modificar el delito de sedición, para rebajar las penas y favorecer así a los independentistas y propiciar el regreso del fugado de la justicia Carles Puigdemont, que incluso ha reconocido que ha manteniendo conversaciones con personas del PSOE, para su posible regreso a España.

AYUSO ENTRA EN ESCENA

Ese fue el momento que aprovechó Ayuso, para entrar de lleno contra ese acuerdo con el que no estaba de acuerdo y obligar a Feijóo a dar marcha atrás, con un mensaje de whatsapp, muy claro indicando que era una «barbaridad» seguir negociando cuando se conocía ese acuerdo con ERC de Sánchez.

Desde Génova descartan que la dirigente autonómica quiera moverle la silla al presidente nacional del partido ya que consideran normal ese tipo de mensajes, porque según el PP, Feijóo, se puso en contacto con todos los presidentes autonómicos para comunicarles que rompía las negociaciones para renovar el CGPJ.

Pero lo cierto es que sólo desde la la sede de la comunidad madrileña, se informó del mensaje enviado por Isabel Díaz Ayuso, a Feijóo, aunque le quitan importancia desde Génova a esa circunstancia y rechazan de forma tajante que Ayuso y su mensaje sean los que marcaran la línea a seguir del Presidente de los populares.

Los movimientos en los próximos meses van a ser determinantes y todo puede determinarse tras las elecciones autonómicas y municipales, donde el PP puede arrasar en Madrid, y sobre todo ver como evolucionan las encuestas de intención de voto en unas elecciones Generales, ya que sin Feijóo no termina de despegar y Sánchez consigue ir recortando diferencias, todo podría precipitarse