El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo y el líder de Vox, Santiago Abascal, se reunieron más de una hora en secreto el pasado jueves en Madrid, según han confirmado tanto de los populares como desde Vox.
El Partido Popular ha declarado que fue un «encuentro correcto, que duró cerca de una hora y que se celebró a raíz de una petición efectuada por Vox a finales de julio. Ambos dirigentes compartieron impresiones sobre el contexto político nacional, coincidiendo en parte del diagnóstico de la situación, aunque difiriendo en la manera de afrontarlo».
Los de Alberto Núñez Feijóo han querido restar importancia a este encuentro al señalar que el presidente del PP se reunirá con otros dirigentes en un futuro y que ya se reunió con UPN y Coalición Canaria estos últimos meses.
La reunión tuvo lugar el pasado jueves, 22 de septiembre, una reunión privada en Madrid, que no ha trascendido hasta ahora y que supone el primer encuentro de ambos dirigentes. La Sexta ha adelantado este encuentro, que se produjo en una de las Cuatro Torres Business Area.
Lo cierto es que Feijóo también llegó a verse con la líder de Sumar y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, por eso los populares enmarcan las conversaciones con Santiago Abascal dentro de «un contexto de normalidad política».
Por su parte este miércoles, Vox ha confirmado el encuentro entre su presidente y el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo.«Sobre el contenido de la reunión, desde VOX no se comentará ni se hará público», señalan los de Abascal.
Se trata del primer encuentro bilateral entre ambos líderes desde que Núñez Feijóo fuera elegido presidente del PP el pasado mes de abril.
EL PSOE PIDE EXPLICACIONES
Tras conocerse esta reunión, los socialistas han pedido explicaciones de lo que han hablado Feijóo y Abascal, y aunque dan por hecho que el presidente del PP se ha reunido con más líderes políticos creen que «los ciudadanos tienen derecho a saber si han avanzado en un pacto entre derecha y ultraderecha, como ha ocurrido en Italia. Por último, sorprende que se reúnan prácticamente en la clandestinidad, como si estuviésemos ante una foto de Colón de incógnito».
