Resulta bastante contradictorio escuchar hablar al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de Putin, y luego comprobar que España es el segundo país importador de gas ruso, tras otra gran contradicción como es Estados Unidos, que fomenta la guerra apoyando incondicionalmente a Ucrania, con dinero y armamento.
Las cantidades que España está importando de gas licuado de Rusia son de auténtico récord, es decir que en lugar de desengancharse, se está financiando a Putin, para que continúe con la guerra, llenando sus arcas de dinero español, a pesar de los famosos diez paquetes de sanciones que ha impulsado Europa, que como vemos no sirven para nada, sólo para que sean los europeos los que paguen las consecuencias.
De acuerdo con los datos de seguimiento de barcos metaneros portados por Bloomberg, España es el país de la Unión Europea, que más Gas Natural Licuado (GNL), ha importado desde Rusia, desde el inicio de la guerra en Ucrania, hace un año, disparando un 84%, y los dos primero meses de este año, los boletines de compras de ENAGAS, marcan un aumento del 172% respecto al mismo periodo del año pasado.
Esto plantea dos situaciones, por una que el Gobierno de Sánchez, tiene que explicar a Europa, por qué se está produciendo y otra que la Comisión Europea, le está diciendo a España, ¿qué estáis haciendo?.
El Ministerio de Transición Ecológica le enviaba una carta el 14 marzo a las empresas de importación de gas licuado solicitando su colaboración para limitar esas importaciones, concretamente a Naturgi, Total Energies, Enagas, Repsol, Edp, Cepsa, y Bp, entre otras donde se les pedía intensificar la diversificación del suministro del GLP y prescindir del traído desde Rusia, pero lo cierto es que en diez paquetes de sanciones, España importe un 84% más de gas licuado a Putin que ante de la guerra en Ucrania.
Y es que ninguno de los diez paquetes de sanciones, existe un apartado que impida importar gas licuado a Rusia, al igual que los grandes oligarcas griegos ponen sus barcos a disposición de Putin, para trasladar el gas licuado, sin que nadie los haya sancionado y el asunto es que ni el Gobierno de Sánchez, ni Bruselas saben como pararlo, lo que lleva a la conclusión de que a lo mejor no hay tanto interés en hacer un daño claro a los rusos, lo que hace que el ciudadano piense si le están tomando el pelo.
Mientras, Estados Unidos, hace el gran negocio al ser el primer importador de gas licuado a Rusia, ya que se lo vende a Europa, por el triple del precio que lo adquiere, obteniendo así un gran beneficio con esta guerra que se sostiene gracias a su apoyo económico y militar a Zelensky.